[Serie Salmos] Soñador alegreMuestra
Semillas de gozo
El Salmo 126 nos recuerda que después de que los israelitas se llenaron de alegría, clamaron al Señor para restaurar sus fortunas como la lluvia devuelve el agua a los arroyos en el desierto. Sabían que, aunque hubieran sembrado en lágrimas, cosecharían con alegría. Sigue plantando en tiempos difíciles. Comenzamos este Salmo con risa y alegría, terminamos con llanto y tristeza. Ese es el espectro de la vida que enfrentaremos en nuestras vidas en un momento u otro.
El Negev es un desierto seco en Israel donde no hay nada más que algunas grietas. Pero en la temporada de lluvias, de un momento a otro, una tormenta arreciaba, el cielo se caía y esas grietas se llenaban de agua. El desierto se convertía milagrosamente en ríos furiosos.
Esto también sucede en nuestras vidas. La sanidad y las finanzas vienen. El trato comercial pasa. Mamá era infértil y quedó embarazada. No sabíamos lo que se acercaba, pero el cielo se caía, cayó la lluvia y el agua viva llenó el curso de agua en nuestro desierto. Dios hace muchísimo más de lo que podríamos pedir o imaginar.
La salvación es muy parecida a eso. No la ganamos. Confiamos en el agua viva de Jesucristo para llenar nuestro corazón seco y agrietado, luego las corrientes de su agua viva fluyen de nosotros como creyentes.
Este Salmo también habla de caminar duro: «Los que siembran con lágrimas cosecharán de alegría». Alguien con una bolsa de semillas las está lanzando, llorando en su dolor mientras camina. No desperdicies tu dolor. Invierte tu dolor. Dios tomará tu miseria y lo hará un ministerio. Dios te usará para dar gavillas de alegría.
Una familia de la iglesia tenía un familiar querido que había muerto; esa persona era un donante de órganos. Recibieron una carta de la persona que recibió el órgano donado. Se conocieron y hablaron, y esta familia recibió tal alegría de esa gran tragedia. Caminaron y plantaron semillas, incluso en medio de su dolor. Dios puede hacer una siembra de semillas asombrosa cuando es regada por nuestras lágrimas. Él puede traer una cosecha como nunca antes has visto.
Levántate y di: «Señor, paso a paso en mis lágrimas, continuaré arrojando la semilla», y la alegría vendrá.
Escrituras
Acerca de este Plan
Dios puede hacer cosas maravillosas e increíbles en tu vida. Sus sueños tienen que convertirse en tus sueños. El Salmo 126 dice que cuando el pueblo de Dios supo que eran libres, se llenaron de gozo y alegría. La mayor alegría y felicidad que puedes experimentar es cuando te conviertes en parte de los sueños de Dios. Sigue soñando con lo que Dios puede hacer.
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Nos gustaría agradecer a Gregg Matte por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.houstonsfirst.org