[Serie Salmos] Soñador alegreMuestra

Gracia

El salmo 126 dice que las bocas de los israelitas fueron llenas con risas y sus lenguas con gozo. Entonces las naciones a su alrededor vieron la bendición y decían, «El Señor ha hecho grandes cosas para ellos».

El pueblo de Dios respondía, «El Señor ha hecho grandes cosas para nosotros, estamos gozosos».

Las bendiciones y la fuente serán evidentes para los demás y para nosotros.

¿Eres consciente de las grandes cosas que Dios ha hecho en tu vida? ¿Cuán fiel ha sido el Señor contigo? Si Dios nunca hizo otra cosa por ti, ya ha hecho bastante.

Esa es una cosmovisión completamente diferente, ¿no es así? Si Dios nunca hizo otra cosa por mí, además de liberarme, no del cautiverio babilónico, sino del peso de mi pecado, él ya ha hecho bastante. ¡He sido liberado por Él! Sin embargo, de su amor abundante, recibo una bendición de gracia tras otra.

Y ahora él me ha dado la capacidad de soñar, pensar y ser parte de su plan y decir: «Señor, harás grandes cosas a través de mí».

¿Puedes decirlo en voz alta? «El Señor ha hecho grandes cosas por mí».

Ahora cierra los ojos y díselo al Señor: «Señor, has hecho grandes cosas por mí, y estoy lleno de alegría».

Uno de nuestros ministerios en Asia rescata a niñas de los burdeles donde sus madres son prostitutas. Si estas niñas no salen de allí, terminarán en la misma vocación que sus madres. Están atrapadas. Las madres dan a las niñas en adopción, este grupo las toma y las adopta como propias. Les ayuda con la educación y todo lo que necesitan.

Una vez que visitamos este lugar, una de estas chicas comenzó a decirnos "gracias", porque ella, que había sido rescatada de un burdel y cuya madre es prostituta, iba a ir a estudiar en una universidad en los Estados Unidos de América.

Cuando pienso en ella, veo "una soñadora alegre". Mientras ella lloraba, nosotros también llorábamos, y luego las otras chicas que no iban a Estados Unidos lloraron con ella, la abrazaron y celebraron porque iba a cumplir su sueño.

Eso es soñar, es trabajar y decir: «El Señor ha hecho grandes cosas por mí».