[Serie Nuestra historia–Un repaso bíblico para católicos] Lectio DivinaMuestra
Paso 3: Oratio - Oración
Seguramente has notado que, en los primeros dos pasos, Dios es el que ha hablado. En el primer paso, lectio (lectura), Dios nos habló a través del texto bíblico. Como dijimos anteriormente, Dios nos enseña que su Palabra tiene vida y poder. No es un simple texto muerto, tiene vida, el aliento de Dios sopla sobre nosotros cada vez que leemos las Escrituras.
En el segundo paso, meditatio (meditación), una palabra, una frase, una actitud, un pensamiento en particular, irrumpió en lo más profundo de nuestro ser y Dios guío nuestro pensamiento hacia una parte del mensaje en particular. Dios nos habló en forma específica y personal.
Ahora ha llegado el tiempo de responder a lo que Dios nos ha dicho. Es nuestro turno, nos abandonamos por completo al movimiento del Espíritu Santo en nosotros y dejamos que nuestro corazón hable a Dios.
Esta respuesta a lo que Dios nos ha dicho se inspira y funda en nuestra lectura (lectio) y reflexión (meditatio) de lo que hemos leído. Mi oración puede ser mental, oral o puede ser un canto de alabanza al maravillarnos de lo que Dios nos está diciendo. Hay múltiples manifestaciones del Espíritu. Será el Espíritu Santo quien te guiará a reaccionar, a moverte en respuesta original y única. Cada uno de nosotros expresará su respuesta a Dios de acuerdo a su personalidad.
La respuesta siempre es espontánea y movida por el mensaje que hemos leído y en el que hemos meditado. No debe ser forzado, el diálogo tiene que ser fluido, dinámico y personal.
Consejo práctico
Habla con Dios y cuéntale que es lo que el Espíritu te está revelando. Quizá Dios te ha dicho a través de la lectura y meditación (en base al pasaje de la tentación de Jesús que hemos estado leyendo en estos días) que: «no solo de pan vivirá el hombre...». Puede ser que Dios te esté diciendo que el hambre espiritual y la necesidad que tienes de buscarlo es necesidad de la Palabra que sale de su boca. Quizá, mientras meditabas, Dios te haya hecho sentir un profundo vacío en tu corazón.
Abre tu corazón por completo. Sinceramente habla con Dios desde lo más profundo de tu alma. Dale gracias a Dios por la provisión natural de cada día, agradece el pan que Dios pone en tu mesa y al mismo tiempo, agradece la Palabra de vida eterna que es lo que de verdad alimenta tu vida interior. Pídele que sea su Palabra la que llene el vacío de tu interior, permanece en silencio en la presencia de Dios y deja que te llene de amor, de paz, de todo aquello que estás necesitando.
Escrituras
Acerca de este Plan
Claramente un diálogo es muy diferente de un monólogo. Muchas veces nuestra vida de oración y nuestro tiempo de lectura bíblica lo son, no hay comunicación y el diálogo es inexistente. Aprende cómo los padres de la iglesia de los primeros siglos aprendieron a dialogar con Dios a través de 5 pasos prácticos que cambiarán tu vida espiritual para siempre.
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Nos gustaría agradecer a American Bible Society / El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.americanbible.org/