[Serie Nuestra historia–Un repaso bíblico para católicos] Lectio DivinaMuestra
Paso 4: Contemplatio - Contemplación
Hemos llegado al cuarto paso en nuestro camino espiritual. Podríamos decir, a la etapa final del ejercicio, si consideramos el ejercicio espiritual en sí mismo. Como respuesta a lo que Dios nos ha dicho a través de su Palabra en la lectura y meditación, hemos orado, vertido nuestro corazón delante de Dios expresando lo que hemos aprendido en estos primeros tres pasos.
El Espíritu Santo ha sido nuestro guía, nos ha permitido elevar nuestro espíritu en la lectura, meditación y oración. Ahora, entramos a un plano más elevado aún. Este paso no depende de nosotros, lo único que nos corresponde hacer aquí es la entrega total.
Ha llegado el tiempo de la contemplación, es tiempo de descanso en la presencia de Dios, elevamos nuestro corazón a Dios saboreando la dulzura de su eterna presencia. Descansamos en la presencia de Dios, escuchamos su dulce voz en lo más profundo de nuestro ser.
Esta etapa es un don, un regalo de Dios. No depende de nosotros. Si no pasa nada, descansa tranquilo. Aun habiendo hecho bien todos los pasos, no significa que Dios se vaya a manifestar obligatoriamente al final del ejercicio.
Lo que sí es seguro, es que va a haber una transformación en tu corazón. El diálogo con Dios nos transforma, saca a la luz todo lo que está oculto y necesita ser sanado, cambiado y transformado.
El apóstol san Pablo ilustra, de alguna manera, esta transformación interior espiritual en el libro de 2 Corintios. Pablo escribe a los creyentes de Corinto y cuenta que es claramente visible como Dios ha obrado espiritualmente en ellos. Tanto es así, que sus vidas mismas se han convertido en una carta escrita por Cristo mismo. El testimonio del cambio en ellos es una carta viva, escrita por el Espíritu del Dios viviente en corazones humanos.
Cuando nuestra mirada está puesta en el Señor y contemplamos a Dios a través del Espíritu Santo, es levantado el velo que nos impide ver espiritualmente. Y es así, que podemos contemplar como mirando a un espejo, la gloria del Señor. Al mirar a Dios, al contemplar su belleza, su santidad, su bondad; nuestras vidas son transformadas. Esto es por la acción del Señor, que es el Espíritu Santo en nosotros.
Consejo práctico
Este tiempo es el más delicado y sutil de todos. Muchas veces es posible que se extienda más allá del tiempo que has dedicado para estar en la presencia de Dios. Es decir, puede ser que luego de haber leído la Palabra, meditado en ella y orado en respuesta a lo que Dios te ha dicho, en cualquier momento del resto del día, o aun mientras duermes, Dios se revele a tu corazón.
Recuerda que Dios vive en ti, su Espíritu Santo mora en tu corazón. En todo lugar donde estés, su presencia te acompaña. Disfruta de la dulzura de su voz.
Acerca de este Plan
Claramente un diálogo es muy diferente de un monólogo. Muchas veces nuestra vida de oración y nuestro tiempo de lectura bíblica lo son, no hay comunicación y el diálogo es inexistente. Aprende cómo los padres de la iglesia de los primeros siglos aprendieron a dialogar con Dios a través de 5 pasos prácticos que cambiarán tu vida espiritual para siempre.
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Nos gustaría agradecer a American Bible Society / El Centro Network por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.americanbible.org/