[Serie Máximo Gozo] Amor PerfectoMuestra

La fuente – la medida y los medios del amor 

Dios es amor. Él es la fuente, nosotros somos sus hijos. Él es la fuente del amor. ¡Si amo a Dios, entonces debo amar a Sus hijos! Pero ¿cómo sé si estoy amando a sus hijos? “Así cuando amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos, sabemos que amamos a los hijos de Dios. En esto consiste el amor a Dios: en que obedezcamos sus mandamientos. Y estos no son difíciles de cumplir” (5:2-3) NVI.

Entonces, ¿cómo sé si estoy amando a mi hermano o hermana en Cristo? Fácil. Solo guarda Sus mandamientos. Mi amor por otros creyentes se puede medir por el grado en que guardo los mandamientos de Dios. Puede que te estés diciendo a ti mismo: “Espera un minuto, pero ¿esto no me lleva al desempeño, al legalismo y al relativismo (mi obediencia en comparación con la de los que me rodean)?" No, porque los mandamientos de Dios no son gravosos. Nuevamente, recordemos que el problema no está en el estándar; el problema es la fuente. Mientras piense que estoy obligado a guardar la ley de Cristo, viviré siempre una vida sin gozo y hasta cierto punto hipócrita. Hasta que no vaya a la fuente correcta, no habrá esperanza.

¿Dónde podemos obtener el amor perfecto? “Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo. Y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?” (5:4-5) NVI.

El nuevo nacimiento, esta victoria sobre el mundo, viene por fe en Dios, el Creador. Obtuvimos nuestra primera victoria (nuevo nacimiento) por fe; todas las victorias posteriores son por fe también. Jesús fue nuestro sustituto en la muerte; también debe ser nuestro sustituto en la vida. Esto es lo que Pablo estaba tratando de decir cuando escribió: “He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí” (Gálatas 2:20) NVI.

Se ha dicho que lo más difícil del mundo para quien no es cristiano es creer en la muerte sustitutiva de Cristo, pero lo más difícil del mundo para un cristiano es creer en la vida sustitutiva de Cristo. Tenemos victoria sobre la muerte por su muerte; tendremos victoria en la vida por su vida. Esto es lo que significa cuando dice: "Cristo vive en mí". Debemos relajarnos y descansar en su poder. No ha establecido un estándar imposible. Solo es imposible para nosotros, pero no para Él. "Las cosas que son imposibles para los hombres son posibles para Dios" (Lucas 18:27).

Es por eso que las epístolas comienzan con nuestra posición y pasan a nuestra condición. Es porque hay un vínculo dinámico entre las dos. A medida que nos enfocamos en nuestra posición, esto afectará nuestra condición. Cuando nos enfocamos en nuestra posición en Cristo, nuestra condición se vuelve más como Cristo. Él es nuestra fuente. Cuando lo intento, fallo; cuando confío, tengo éxito. Nos volvemos lo que pensamos. Cuando pensamos en Jesús, nos volvemos como Jesús. Hemos confiado en su muerte sustitutoria; ahora debemos confiar en su vida sustitutiva. Esta es la única forma en que seguramente experimentaremos el amor perfecto y gozo máximo en nuestras vidas.

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