Como nunca antesMuestra

Adoración I 

¿Adorar es cantar canciones lentas? 

No, adorar es rendir un culto sagrado y reverenciar con sumo honor a Dios, es entregarle nuestro amor a Él en una expresión sincera de sumisión y respeto. 

Adoración: (heb., shahah, inclinarse, postrarse; gr., proskyneo, postrarse, reverenciar). El honor, reverencia y homenaje dado a seres o poderes superiores, sean hombres, ángeles o Dios.

Cuando se rinde a Dios, la adoración implica un reconocimiento de las perfecciones divinas. Puede expresarse en forma de discurso directo, como en adoración, acción de gracias, o en servicio a Dios; puede ser privada o pública.

Los romanos la utilizaban llevándose una mano a la boca, aventando un beso al objeto de su adoración.

Antiguamente adorar a una divinidad significaba aceptar un modo de vida regida por las normas impuestas por dicha deidad. Por lo tanto para nosotros la adoración es la actitud o la intención interna del corazón de la persona hacia Dios. 

Un texto que todo músico debe saber de memoria es Juan 4:24, y este dice “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”.

La adoración verdadera debe centrarse íntimamente en Dios y no como un entretenimiento hacia los demás. Hay muchas personas que piensan que están adorando a Dios, pero en realidad sólo están haciendo morisquetas.

¿Cómo le adoramos?

Postrándonos ante Dios: de acuerdo a la Biblia la posición correcta para adorar a Dios es postrándose. Esto demuestra sumisión y es también la forma de hacerlo en el cielo para adorar a Dios, lea Apocalipsis 19:4.

Con absoluta reverencia: debemos estar ante Dios con reverencia y temor reconociendo que Él es el único Dios y todopoderoso. Es una actitud de profundo respeto, lea 2 Corintios 7:1.

Puedes danzar y estar en movimiento, eso no importa si lo hacemos con respeto a nuestro Señor. La real adoración se basa en lo que la Palabra de Dios dice acerca de la adoración.

Puedo decir como músico y a su vez mi experiencia en esta área que la adoración falsa es externa, siguiendo costumbres y reglas humanas. La adoración verdadera es interna y espiritual, totalmente centrada en una relación íntima y persona con Dios. Adora al Señor COMO NUNCA ANTES, y veras Su Gloria manifestarse en tu vida.