Navidad: Esperanza, Fe Y Amor Muestra

¿Por qué Dios llegó tan lejos?

El misterio de la encarnación está más allá de la comprensión de la mente más brillante de este planeta. ¿Cómo se le ocurrió al Dios del universo mostrar su amor por nosotros y que en verdad le importamos, por medio de la encarnación? 

La gente siempre ha preguntado sobre la imagen de Dios. Sociedades han especulado. Tribus han reflexionado. Y hemos llegado a una variedad de conclusiones. Dios ha sido representado como un becerro dorado, y un viento recio, y un volcán enfadado. Él tiene alas, respira fuego, come infantes y exige penitencia. Hemos creído que Dios es feroz, mágico, caprichoso y demente. Un dios al que tenemos que evitar, temer y aplacar. Pero jamás, ni siquiera en las imaginaciones más alocadas de los seres humanos, se nos ocurrió pensar que Dios llegaría al mundo como un bebé. 

El Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros… Dios hecho una sola célula, un óvulo fertilizado, un embrión… un bebé. Una placenta lo alimentó. Un saco amniótico lo rodeó. Creció hasta alcanzar el tamaño de un puño. Su pequeño corazón se dividió en cámaras y finalmente Dios se hizo carne. Cualquiera pudiera decir que es uno de los actos más maravillosos de creatividad e ingenio, pero más que eso, fue un acto de amor incomprensible. 

¿Cómo podría entrar Dios en el mundo sin que la raza humana quedara en estado cataléptico? ¿Cómo entrar en la historia de la humanidad en un poderoso despliegue de poder obligando al más poderoso de los hombres a inclinarse temeroso ante su presencia? Si Dios hubiera entrado en el drama de la raza humana haciendo gala de su excelso poder, seguro que no habría quien se resistiera a su voz. Pero la gran pregunta, ¿le amaríamos? O más bien le temeríamos. Seguro nuestra relación sería una relación “miedo-sujeción”, pero, ¿dónde quedaría el amor? 

No tengo la menor duda de que la celebración de la Navidad es la comprensión de lo que Dios estuvo dispuesto a hacer en su extraordinario amor que busca tener una relación personal con sus criaturas. El amor fue el móvil, ser un bebé, el medio para acercarse.