Cuando Jugamos Con Fuego: 7 Dias De Plan DevocionalMuestra

«Satanás es una fuerza poderosa y potente en nuestras vidas, como también lo son sus secuaces». El maestro de la Biblia Hank Hanegraaff no anduvo con rodeos cuando describió su opinión sobre la influencia potencial del diablo en nuestras vidas, señalando que la guerra espiritual es «la batalla por la mente». Hanegraaff dijo que es como si Satanás se sentara sobre nuestros hombros y nos susurrara al oído, intentando cambiar, transformar o incluso retocar nuestros pensamientos.

«El susurro no se puede escuchar con el oído físico, pero sí penetra en el oído de la mente», dijo Hanegraaff. «Y por lo tanto, la batalla por la mente es una batalla contra los pensamientos intrusivos, las preocupaciones de la depresión, las inquietudes, todas estas cosas que Satanás nos impone».

Estas ideas pueden parecer extrañas, ajenas o desconectadas, especialmente cuando navegamos por un mundo profundamente materialista, pero la Biblia deja claro no solo que Satanás existe, sino también que cada uno de nosotros está llamado a levantarse, prepararse y luchar contra sus asaltos a nuestros corazones y mentes.

¿Quién es Satanás? Las Escrituras nos dicen bastante sobre su carácter y pasaremos los días restantes de este devocional explorando cómo buscar la salud espiritual y combatirlo. Pero veamos brevemente el carácter y el ser del diablo. Para empezar, la Biblia nos dice que Satanás es un engañador y un mentiroso que regularmente crea, provoca y perpetúa la confusión. Apocalipsis 12:9 nos dice que Satanás «engaña al mundo entero» y 1.ª de Juan 3:8 proclama que «el diablo ha estado pecando desde el principio», pasando a señalar que Jesús vino «para destruir las obras del diablo».

El carácter diabólico de Satanás también se expresa en otras áreas de la Escritura:

• El diablo es un «enemigo» que «ronda como un león rugiente» (1.ª de Pedro 5:8).

• Satanás teje «artimañas» (Efesios 6:11).

• Es el «tentador» (Mateo 4:3 y 1.ª de Tesalonicenses 3:5).

• Satanás es el «príncipe de este mundo» (Juan 12:31).

• El diablo es un engañador que ha «cegado la mente de los incrédulos» (2.ª de Corintios 4:4).

• Él «ejerce su poder en los que viven en la desobediencia» (Efesios 2:2).

• Satanás es el acusador (Apocalipsis 12:10).

Claramente, estamos llamados no solo a reconocer estas realidades, sino también a «tomar el escudo de la fe» y «apagar todas las flechas encendidas del maligno». Muchos cristianos no están seguros de lo que esto significa o por dónde empezar. Puede que esto sea nuevo para ti, o quizás necesites un recordatorio. 

Para el día 3 de este devocional, exploraremos lo que Pablo escribió sobre cómo protegernos (Efesios 6).