Cuando Jugamos Con Fuego: 7 Dias De Plan DevocionalMuestra

La Biblia nos habla de los peligros que se derivan de jugar con fuego y de permitir que el mal penetre en nuestras vidas. Como dijimos en el primer día de este devocional, Satanás es engañoso, y su objetivo es infiltrarse en nuestros corazones y mentes. ¿Cómo podemos protegernos?

Empecemos con una conciencia más profunda. Efesios 6 ofrece algunas descripciones sorprendentes de lo que la Biblia nos dice que se desarrolla en el ámbito espiritual. El texto anima a los seres humanos a «ponerse toda la armadura de Dios» para poder «hacer frente a las artimañas del diablo» (v. 11).

Estas referencias nos hacen ver algunos puntos importantes sobre la cosmovisión cristiana acerca del mundo: hay un enemigo astuto, el diablo, que tiene la capacidad de engañarnos; pero Dios nos da el poder contrarrestar las fuerzas diabólicas.

«La Biblia nos dice que estamos en una batalla con el propio Satanás», me dijo el Dr. Michael Brown en una entrevista para Cuando jugamos con el fuego. «La Biblia nos dice que no estamos luchando con seres humanos, sino con poderes demoníacos que operan de forma sistemática y coordinada. Así que tener una mente sobria significa reconocer la realidad del reino espiritual».

Esta dinámica se explica en el texto bíblico, ya que hay una descripción conmovedora de la oscuridad que se despliega bajo la superficie, una oscuridad que a menudo se extiende al mundo que nos rodea, y que debería hacernos acercarnos a Dios.

Pablo escribió que con el «escudo de la fe» podemos «apagar todas las flechas encendidas del maligno» (Efesios 6). Hay mucho que desmenuzar en Efesios 6:10-17 durante los días siguientes. Pero primero, echemos un vistazo a la solución: Cristo.

Jesús nos recuerda su amor por nosotros, proclamando: «El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia» (Juan 10:10).

Encontrar esa plenitud de vida requiere un esfuerzo de corazón. Y aprendemos qué significa ponerse «toda la armadura de Dios». «Fortalezcanse con el gran poder del Señor». «Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo» (Efesios 6:10-11, énfasis añadido).