Cuando Jugamos Con Fuego: 7 Dias De Plan DevocionalMuestra

Una de las afirmaciones más conmovedoras de Efesios 6 es el recordatorio de que tenemos el «evangelio de la paz». Aunque la guerra espiritual suele presentarse de forma benigna o algo menor, algunas personas, como explico en mi libro Cuando jugamos con fuego, experimentan manifestaciones más diabólicas del mal.

Independientemente de la intensidad, hay esperanza. Lo que sabemos por la descripción de Satanás es que él produce el polo opuesto a la paz. Y cuando vemos las noticias, miramos las redes sociales y exploramos el mundo que nos rodea, está claro que la paz está muy lejos de lo que observamos estos días.

Es fácil desanimarse y dejar que la desesperanza nos invada, pero si damos los pasos necesarios para ponernos toda la armadura de Dios, la Biblia nos dice que podemos tener paz en Cristo, pase lo que pase: una paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7). 

Hank Hanegraaff me dijo: «El poder de Dios para proteger es mayor que el poder de Satanás para saquear. Por lo tanto, el énfasis en la guerra espiritual es siempre en la provisión que Dios nos ha dado para mantenernos con firmeza y después de todo, permanecer firmes en contra de los principados y los poderes de las tinieblas».

Mientras discutimos la importancia de construir una fe más profunda, considera hacer una autoevaluación para ver dónde estás. ¿Cuáles son los puntos débiles de tu vida que necesitan ser reforzados? Cómo puedes abrazar mejor tu fe (además de los consejos ofrecidos en nuestro devocional del día 5). Las fuerzas del mal son reales y diabólicas, y tu respuesta es clave.

Te dejo con la siguiente escritura, que ofrece una poderosa perspicacia:

Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. (Efesios 6:16-17 NTV)