Teología de la gracia Muestra

La teología de la gracia

Durante el seminario, no oímos hablar mucho sobre la gracia. La primera vez que escuché sobre este tema fue en la década de 1990. Zane Hodges, el autor de Absolutely Free (Completamente libre), defiende la opinión de que llegar al cielo es un regalo gratuito de Dios para nosotros. El único requisito para recibir este regalo es nuestra fe en dicho regalo.

La pregunta formulada por primera vez por el carcelero de Filipinas a Pablo: «¿Qué debo hacer para ser salvo?» (Hechos 16:30), ha preocupado a la iglesia históricamente durante siglos. Los feligreses son afectados profundamente por la respuesta del pastor. Una vez entrevisté a una señora que deseaba ser miembro de la iglesia y comenzó a hacer preguntas similares a esta. Cuando le expliqué que el único prerrequisito era simplemente la fe en la persona y la obra de Jesucristo, se echó a llorar y respondió: «Nunca he oído hablar de este tipo de amor».

Le pregunté por sus antecedentes eclesiásticos. Afirmó haber sido miembro durante quince años de la iglesia de un conocido pastor. «Un día en la iglesia», dijo, «el pastor declaró: “Si alguno de ustedes tiene un pecado continuo con el que ha luchado durante muchos años, entonces probablemente no es cristiano”». 

Estaba bastante emocionada cuando añadió: «He luchado con el tabaco la mayor parte de mi vida adulta. Creo que es un pecado porque estoy destruyendo mi cuerpo, pero parece que no puedo dejarlo. Debido a lo que dijo el pastor, he estado viviendo con el temor de no ir al cielo cuando muera».

Ese encuentro me recuerda una conversación que tuve con Tony Evans, un conocido predicador estadounidense, que me preguntó: «¿Alguna vez luchas con el orgullo?». Mi respuesta fue: «Solo todos los días». Él respondió: «He luchado con el orgullo toda mi vida. ¿Significa eso que no soy cristiano?». 

Las continuas batallas con el pecado hacen que muchos cristianos duden de su salvación. Tony no dudaba de su salvación. Él estaba mostrando el problema que tiene cualquiera que piensa que no tiene pecado persistente en su vida, junto con la creencia de que el pecado persistente es una señal de que no ha nacido de nuevo.

La justificación y la santificación se relacionan entre sí, pero el Evangelio de Dios no está cargado de requisitos que vayan más allá de la simple fe en Jesús. Queremos destacar seis aspectos de la Gracia que brindan al creyente mayor seguridad, intimidad, motivación y comprensión de Dios.