Teología de la gracia Muestra

Claridad con las categorías en la Escritura 

La teología de la gracia provee mayor comprensión a través de las categorías 

Si todos mis pecados fueron perdonados en la cruz, ¿por qué tengo que pedir perdón cuando peco? ¿Cómo puede una persona estar justificada y seguir siendo pecadora? No pueden ser ambas cosas, ¿verdad?

Pues sí pueden. Las respuestas a estas preguntas llegan cuando aprendemos a reconocer las diferentes categorías de la verdad.

La Biblia presenta al creyente como parte de una familia. Tenemos un Padre espiritual y somos Sus hijos. Esa es una relación eterna. Una vez que un niño nace físicamente, está hecho: solo ocurrirá una vez. Antes de que nazcan, sabemos que nuestros hijos van a pecar. 

Entonces, ¿cuál es nuestro plan para ellos cuando pecan?, ¿echarlos de la familia? No. Ellos tienen el perdón futuro por sus pecados antes de nacer. ¿Por qué? Debido a nuestra relación padre/hijo. Esta relación es eterna.

Sin embargo, si mi hijo roba cien dólares de mi cartera, tenemos un problema. Hay una ofensa personal. No vamos a disfrutar de nuestra relación eterna porque nuestro compañerismo se ha roto. La relación está intacta, pero no el compañerismo. Mi hijo necesita venir a mí y pedirme perdón para restaurar nuestra comunión, yo se lo daría basándome en nuestra relación eterna: padre/hijo.

Las Escrituras hablan de «perdón de la relación» y «perdón de la comunión». Encontramos el primero en Efesios 1:7, donde Pablo menciona las bendiciones espirituales que tenemos (en Cristo) en los lugares celestiales. Pablo está describiendo nuestra posición en Cristo. 

Como tal, todos nuestros pecados son perdonados: «En él tenemos la redención por su sangre, el perdón de los pecados, según las riquezas de su gracia». Esto es el perdón de la relación.

Los creyentes tienen una «relación» eterna con Dios, pero para mantener la «comunión» con Él, necesitan caminar en la luz (1 Juan 1:9). Si hacen eso, la sangre de Jesucristo seguirá limpiándolos del pecado desconocido en su vida.

¿Por qué la limpieza? Por el compañerismo. Dios es fiel y justo para perdonar. En un nivel de relación, Sus hijos ya tienen el perdón avanzado de todos sus pecados. Pero la cuestión ahora es la comunión, que solo puede ser restaurada pidiendo perdón.

Entender estas diferentes categorías de verdad puede ser muy útil para responder por qué muchos pasajes de las Escrituras que podrían parecer contradictorios no lo son en absoluto.