¡Moléstanos, Señor!Muestra
La oración que cambia la historia
Cuando Jacobo había sido asesinado, el contingente judío y religioso de Herodes se emocionó con su iniciativa y la aplaudió. De repente, él vio un camino fácil de ganarse el favor con un grupo que siempre le había mostrado tanta oposición. Hechos 12:3 dice: “Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro”. Esta vez, las cosas serían muy diferentes. Aunque Pedro al final fue liberado mediante un milagro, la Escritura se cuida de dar un prefacio a la historia de su liberación con la siguiente afirmación: “pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él” (Hechos 12:5). Esta declaración es muy significativa, porque el escritor de Hechos está intentando mostrarnos que la liberación milagrosa que iba a producirse sería el resultado directo de esas oraciones fervientes y persistentes que los creyentes ofrecían. La tragedia de la muerte de Jacobo había sacudido a los creyentes profundamente, y no hubo nada complaciente acerca de su respuesta. ¡Era tiempo de orar fervientemente!
Oh, amigos míos, si tuviéramos una idea del increíble poder que tenemos a nuestra disposición mediante la oración, creo que nos resultaría muy fácil prestar atención a la indicación de Pablo de orar sin cesar (véase 1 Tesalonicenses 5:17). La intercesión es un privilegio que pertenece exclusivamente al hombre. Ningún ángel puede interceder por nosotros, ni tampoco puede intervenir en los asuntos terrenales de acuerdo a su propia voluntad.
Sin embargo, mientras el enemigo pueda mantener convencido al pueblo de Dios de que están indefensos contra las circunstancias que enfrentan, su impacto en la tierra será anémico y de poca influencia. Pero no es eso lo que Dios tiene en mente para su pueblo. Hay más, mucho más. Nuestras oraciones son un vehículo mediante el cual Dios ha decidido impactar al mundo. Dios ha dado al hombre no solo la autoridad sino también la responsabilidad de influenciar en los eventos de la tierra para su gloria. Por lo tanto, ¡sacudámonos la complacencia y hagamos oraciones que cambian la historia!
Escrituras
Acerca de este Plan
El descontento que nace del cielo es crucial para quienes desean entrar en una colaboración divina con Dios y sus propósitos uniéndose a la revolución de la oración. Comienza con los discípulos, incluidos usted y yo, sentados a los pies de Jesús en la escuela de la oración. Comienza con una sencilla petición: “¡Señor, enséñanos a orar!”.
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Nos gustaría agradecer a CfaN Christ For All Nations por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: http://www.cfanlatino.org/