Fe y acción

El desbordamiento es operar con fe en lo sobrenatural. Hace que lo imposible se convierta en posible. Esto es lo que sucede cuando tenemos fe en Dios y caminamos en lo sobrenatural.

Si no tenemos fe, no podemos agradar a Dios. Nuestra relación con Dios se basa en la fe. Cuando nacimos de nuevo, nadie podía probar nuestra salvacion con algo que nos pudieran dar. Aunque nos dieran un certificado que dijera que somos salvos, no significa nada. Nuestra salvación es probada por la fe que hemos puesto en el Señor Jesucristo para que perdone nuestros pecados y nos limpie de nuestra iniquidad. Así como tuvimos fe para nacer de nuevo, continuamos viviendo para Dios por fe. Se necesita fe para tener una relación diaria con Jesucristo, para orar, testificar, dar y ministrar. Todo en nuestra relación con Dios está basado en la fe. Por eso es imposible agradar a Dios sin fe.

¿No me crees eso? Solo mira Hebreos 11:6. ¡Nuestra fe es el ingrediente principal para agradar a Dios!

Todo Hebreos 11 es un pasaje asombroso que discute la fe a través de la Palabra de Dios y lo que realmente significa. Desde la fe de Noé y Abraham hasta la de Moisés y Jacob, analiza una serie de historias bíblicas y cómo ellos demostraron su fe en el Señor.

Y la buena noticia es que, ¡todos tenemos fe! Romanos 12:3 lo explica: cada uno de nosotros necesita trabajar para ejercitar esta fe en Dios y confiar en todo lo que Él está haciendo.

Casi todas las veces que Jesús reprendió a Sus discípulos, fue por falta de fe. Así es como Dios ve la fe, la falta de ella atrae la reprensión de Dios. Tenemos que vivir por fe, y esta siempre debe incrementarse. Es por esto que las pruebas vienen a nuestras vidas. Este es el propósito por el cual Dios permite que vengan a nosotros cosas que solo Él puede arreglar. Todo esto aumenta nuestra fe. Esto permite que el poder sobrenatural de Dios se manifieste en nosotros más profundamente.

Muchos de los ataques a los que te enfrentas no tienen que ver con lo que te está atacando ni con quién eres, sino por quién te estás convirtiendo. Por lo tanto, Satanás te ataca ahora, para poder atacar tu futuro. Ataca tu fe para apartarte de tu destino. Si permitimos que nuestra fe se despierte y se consolide, podremos repeler los ataques y asegurar nuestro futuro.