Volviendo a CasaMuestra
Lucas 15 contiene tres parábolas, las cuales todas llevan en su título el verbo “perder”. Y una de las razones es porque Jesús escuchaba las murmuraciones de los fariseos al decir: Este recibe a los pecadores y hasta come con ellos.
Los fariseos estaban escandalizados por la convivencia que Jesús tenía con este “tipo de personas” no solo se escandalizaban por este acto de amor de Jesús, más bien, ellos vivían escandalizados por todos aquellos que no hicieran lo que ellos creían que era lo correcto conforme a sus leyes.
Los fariseos se sentían justos por el simple hecho de ser estudiantes de la ley y de obedecerla, por esta razón se sentían superiores a todos, incluso de Jesús. Cuando Jesús los veía con amor y como ovejas perdidas, como personas de mucho valor y los quería de regreso al Padre.
En el versículo 11 de Lucas 15, el escritor inicia la parábola diciendo: “Para ilustrar mejor esta enseñanza” y es que después de mencionar la historia de la oveja perdida, y la moneda perdida, el corazón de los fariseos seguía duro a las enseñanzas de Jesús sobre volver al Padre.
Notemos esto, cuántas enseñanzas hemos escuchado en diferentes medios, en la iglesia, en internet. Pero, a veces nuestro corazón sigue duro a lo que Jesús nos quiere enseñar, es posible que en algún momento hayas hecho lo mismo que yo:
“Esto lo debería de estar escuchando…".
O quizá:
“¡Ja! Seguro lo está diciendo por ...".
Estamos perdidos.
O quizá tú nunca lo has hecho, en ese caso déjame contarte lo que experimenté al momento de entender esta frase tan sencilla: “Para ilustrar mejor esta enseñanza”.
Entendí que nunca podré poner una enseñanza en los hombros de otros, siempre Dios quiere enseñarme a mí algo, por Su amor, Su misericordia, Él todos los días está usando ilustraciones, problemas, personas para enseñarme algo. Tanto más me tarde en comprenderlo, más tardaré en estar en Su propósito, y seguiré perdido.
Todo lo que vivimos es una ilustración de lo que Dios quiere enseñarnos al final del día. Depende de nosotros aprenderlo, podemos escuchar mil predicaciones, pero nunca aprender nada.
Cuando aprenda lo que Dios quiere enseñarme, seré exitoso en mi propósito, si no, seré exitoso en todo menos en lo que Dios me llamó a hacer y me perderé lo que Él preparó para mí.
Acerca de este Plan
La parábola del hijo pródigo ha sido una de las más contadas y predicadas. Nos guía, a cada uno, a encontrar perdón y gracia. Se aplica a nuevos creyentes y veteranos de la fe, porque siempre vamos a necesitar volver a casa del Padre. El mundo y sus afanes nos harán olvidar el camino a casa, pero el Espíritu Santo siempre tiene un GPS para guiarnos de vuelta allí.
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Nos gustaría agradecer a SantoChilango por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/santochilangoMX