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Dones espirituales: Profetizar

Cuando Jesús ascendió al cielo, no estaba abandonando a los creyentes. De hecho, les aseguró repetidamente antes de "irse" que sus ojos estarían sobre ellos, su corazón con ellos y sus oídos abiertos a sus oraciones. Además, prometió enviar un poderoso diluvio del Espíritu Santo, quien los fortalecería e iluminaría para su vida de ministerio.

El Espíritu también trae dones, y cada creyente tiene una combinación única. Nadie puede decir: "No tengo nada" o "Dios no me necesita". "Tenemos diferentes dones, de acuerdo con la gracia que se nos ha dado. Si el don de alguno es profetizar, que lo use en proporción a su fe" (Romanos 12:6). La palabra "profetizar" en las Escrituras tiene varios significados. En su sentido más estricto, significa tener la capacidad de predecir el futuro, un don raro y especial que Dios eligió dar ocasionalmente en los tiempos bíblicos. En un sentido más amplio, simplemente denota la capacidad de proclamar y explicar la Palabra de Dios pública, clara y convincente.

Ahí es donde la Iglesia de hoy es tan bendecida, cuando reconoce a las personas dotadas para comunicar la Palabra y las pone a trabajar. ¿La gente reconoce ese don en ti? ¿Alguna vez has dirigido un estudio bíblico? ¿Quién en tu vida es el mejor proclamador de Palabras? Gracias, Espíritu Santo, por todos los que profetizan bien.