VENCIENDO, LA ORFANDADMuestra

LA ADORACIÓN AL PADRE

El Padre está anhelando oír tu voz, está deseoso de escucharte y tener una relación contigo por medio de esta expresión de entrega.

Jesús le habla a la samaritana y le dice que Dios como Padre, está buscando adoradores en espíritu y verdad, está buscando hijos.

"Más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren" (Juan 4:26).

Adorar no es cantar simplemente con el alma y los sentidos, como saben la estimulación almática de la música puede hacerte sentir triste, feliz, melancólico, eufórico. Sin embargo, el sonido que sale del espíritu de un hijo de Dios es la manifestación de una adoración genuina esta debe producir algo de manera específica en ti y cumplir con la promesa que Jesús le hace ha esta mujer:

"Respondiendo Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiera de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere de esta agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna" (Juan 4:13-14).

La adoración del espíritu de un hijo debe saciar para siempre la sed, esta adoración cumplirá la promesa de "no tener sed jamás" el alma alaba pero solo el espíritu adora:

"Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien" (Salmos 139:14).

El alma puede alabar a Dios por Sus obras, por Sus maravillas, por Sus grandezas, pero solo el espíritu puede adorarlo como a Padre y ser saciado en Su presencia.

Si te sientes como la samaritana, buscando en hombres, mujeres, en el mundo, la llenura de tu alma como quien busca en cisternas rotas, acércate como un hijo amado y adórale en espíritu y verdad y tu Padre te llevara a ríos de agua viva que fluirán de dentro de tu ser.

¡Adórale en espíritu y verdad, el Padre te está esperando!