Cuando no sabes qué orarMuestra

Cuando sientas que Dios está distante

Padre, a veces me siento tan distante de ti, y no estoy seguro de qué hacer al respecto. Me doy cuenta de que cada creyente tiene momentos en los que pareces estar lejos; momentos de desierto en los que debemos elegir creer en tu promesa de estar siempre con nosotros, en lugar de confiar en nuestros sentimientos. Pero, Señor Jesús, anhelo tu presencia. Necesito tu consuelo, sabiduría y fortaleza. Clamo como David: "Señor, no me abandones; Dios mío, no te alejes de mí. Señor de mi salvación, ¡ven pronto en mi ayuda!" (Salmo 38.21,22 NVI). Así como David tuvo la seguridad de que lo escuchabas, te pido que me ayudes a confiar también en tu presencia, ya sea a través de tu Palabra, de un recuerdo de tu intervención en el pasado, de un amigo, de una canción, de un sermón, o de lo que decidas usar.

Padre, si hay algún pecado en mí que me está separando de ti, por favor muéstramelo para que pueda confesarlo y arrepentirme. Si estoy creyendo una mentira del enemigo que está minando mi relación contigo, arráncala de mí y guíame en tu verdad. Y si hay algo que me estás enseñando, Padre, ayúdame a aprenderlo lo antes posible para que pueda volver a disfrutar de un caminar íntimo y cercano contigo.

Clamo a ti, Señor, agradecido porque siempre me escuchas y siempre respondes. Estoy tan contento de que no me dejes ni me abandones, y de que este distanciamiento sea solo un sentimiento, no la realidad de nuestra relación. Gracias por mostrarme la causa de este alejamiento y ayudarme a superarla. Gracias por abrir tu Palabra, hablarme a través de tu Santo Espíritu y restaurar nuestra dulce comunión. Dispongo mi corazón para escucharte, Señor. Gracias por comunicarte conmigo y acercarme a ti una vez más.

Oro en el nombre del Señor Jesús. Amén.