Instrucciones para la eternidad

Estudios recientes afirman que, en promedio, una persona pasa alrededor de 3.5 horas frente a su celular diariamente, distribuyendo su tiempo entre plataformas de entretenimiento, redes sociales, comunicación, etc. Ahora bien, si dedicáramos las mismas 3.5 horas que pasamos frente al celular en entretenimiento a nuestra lectura Bíblica, podríamos terminarla completamente en un mes.

Es curioso cómo el enemigo ha utilizado nuestros propios recursos para robarnos el tiempo, haciéndonos creer que la lectura Bíblica es aburrida, tediosa o incluso innecesaria. Sin embargo, la Palabra de Dios no son solamente meras instrucciones para el presente o el futuro, sino para toda la eternidad.

Pablo escribe a su joven y fiel amigo Timoteo recordándole que la única manera de estar fiel ante los conflictos que presenta el mundo es aferrarnos a lo que hemos aprendido de Dios por medio de la Biblia. En 2 Timoteo 3:14-18 se nos narra la importancia de que nos acerquemos de forma consistente a la Palabra, ya que esta nos enseña y corrige para que podamos estar capacitados, listos para todo lo que se venga.

¿Entrarías a un lugar peligroso sin protección? Claro que no, porque sabemos que existen altas probabilidades de ser lastimados, incluso de morir. Sin embargo, insistimos en recorrer la vida sin instrucciones, sin leer la Palabra de Dios, sintiéndonos satisfechos con poco, cuando Dios tiene mucho más que mostrarnos. Es tiempo de que distingamos entre lo bueno y lo malo, entre lo que Dios quiere y lo que el enemigo quiere. Aferrémonos a la Palabra, que ahí encontraremos esperanza.

Pregunta para reflexionar:

1.¿Cómo está tu tiempo de lectura bíblica últimamente?

2.¿Qué harás de ahora en adelante para pasar más tiempo con Dios?

Oremos: Dios, gracias por tu Palabra. Oro para que cada día de mi vida puedas hablarme y que me des siempre la capacidad de escucharte. Permíteme conocerte cada vez más y así ser cada vez más cómo tú. Amén.