No se trata de mí

¿Te levantas temprano y qué es lo primero que oras? Te aseguro que tu oración suena algo como: “Señor, gracias por este día. Te pido que hoy me ayudes. Te pido que hoy me bendigas. Te pido, te pido, te pido…”.

La oración no se trata de ti. La oración es una conversación en donde lo primero que debes hacer creer. Creer que Jesús es el Hijo de Dios que intercede por ti. También, que Dios Padre tiene un propósito, el cual es bueno, agradable y perfecto. Esa voluntad puede, o no, estar alejada de tus peticiones (1 Juan 5:14).

Esta es la razón por la que Juan, en su primera carta, te aclara que Dios te escuchará cuando pides conforme a su voluntad. Conocer la voluntad involucra: Leer su Palabra y tomar momentos de escucha activa mientras oramos. Al practicar esto, podrás reconocer que tus peticiones y voluntad son sólo una parte pequeña de tu vida. La voluntad de Dios tiene la capacidad de llenar tu mente, corazón y pensamiento de paz va más allá de la lógica humana (Filipenses 4:6-7)

Hoy te invito a que comiences tu oración dando gracias a Dios, pídele que te muestre su voluntad, toma un momento para escuchar y, luego, pide conforme su voluntad.

Pregunta para reflexionar:

1. Cuando oro por la sanidad de alguien cercano, ¿estoy pidiendo la voluntad de Dios o estoy pidiendo egoístamente?

Oremos: Gracias Padre por tu voluntad que es buena, agradable y perfecta. Hoy acepto tu voluntad como tu hijo, y me someto a ella. Aunque muchas veces tu voluntad no sea lo que yo humanamente espero. Sé que tú eres bueno y que siempre obrarás para bien. Amén.