Reyes intentaron rescatar

El pueblo de Dios se parecía tanto a nosotros que el parecido es casi aterrador. Después de un tiempo en que los jueces supervisaban la tierra, Dios trajo a un profeta que estaba muy familiarizado con la voz de Dios. Samuel dirigió a Israel con instrucciones de Dios mismo. Él era el intermediario y se preocupaba genuinamente por su pueblo. Su liderazgo fue el resultado de una estrecha colaboración con el Dios vivo, por lo que se puede imaginar su desilusión cuando el pueblo decidió que ya no quería un profeta que los guiara. En su lugar pidieron un rey. Si bien no está mal ser sincero y pedir un cambio, nuestros motivos para pedirlo son importantes. El pueblo decía que quería ser como las naciones vecinas que tenían reyes que los dirigían. Olvidaron que la premisa fundamental de su existencia era que Dios quería separarlos del resto de las naciones. Él los había elegido para sí mismo. Tenía celos de ellos y quería que fueran consagrados para los grandes propósitos que les había trazado. Sin embargo, cuando hicieron esta demanda, él cedió y ungió a Saúl como Rey sobre Israel. Saúl demostró ser infiel y Dios finalmente trajo a David, quien sería un rey modelo para las generaciones venideras. Un requisito vital para todo rey era que viviera su vida basándose en la palabra de Dios, gobernara con sabiduría y actuara con rectitud y justicia. Sin embargo, como era de esperar, ni siquiera los mejores reyes eran perfectos. La familia real se volvió cada vez más moralmente depravada y poco espiritual, hasta el punto de que Dios finalmente los entregó a ellos y a su pueblo en manos de naciones enemigas que eran despiadadas y crueles. Lo peor fue que la tierra prometida fue ahora invadida por invasores y la gente fue exiliada a tierras extranjeras. Desafortunadamente, los reyes que gobernaron en el momento del exilio intentaron evitar la perdición venidera intentando escapar al amparo de la oscuridad, pero fueron capturados y llevados en cautiverio. ¡Qué cuadro de la incapacidad de los gobernantes electos para rescatar a su pueblo! Es obvio que los reyes desempeñan un papel vital al dirigir a su nación hacia Dios y su destino ordenado por Dios.

Pensamiento:

Orar por nuestros líderes es muy importante para que puedan ser fundamentales para guiarnos con fuerza y ​​sabiduría.