La eternidad es el destino de los rescatados

A medida que completamos nuestro viaje de siete días, es importante que te des cuenta de que el destino es la eternidad. Mientras vives en la tierra ahora mismo, estás navegando por las luchas y las bendiciones que conlleva el ser humano. Ahora también tienes la eternidad grabada en tu corazón gracias a Jesús, que establece su residencia allí.

Por lo tanto, no importa lo que pasen o tengan que soportar, pueden tener la seguridad de una eternidad libre de sufrimiento y pena. No importa cuán exitosa sea tu vida, la eternidad te traerá mayores recompensas de las que puedas imaginar. La vida eterna con Jesús es lo que puedes esperar con gozosa anticipación. La eternidad comienza ahora, así que la forma en que vivas hoy determinará la calidad de tu vida. Cuando vives con una visión dada por Dios, decidido a vivir santo y apartado, tu vida automáticamente comienza a parecerse mucho a la de Jesús. Tendrás un impacto más profundo en las partes del mundo en las que entres y dejarás una marca dondequiera que vayas, incluso más allá de tu tiempo. Así de poderosa es una mentalidad de eternidad. Tus sueños y ambiciones importan, así que no los abandones, sino persigue todo lo que Dios pone en tu corazón para hacer. Mantén tus ojos en el premio en todo momento, que es Jesús mismo. Puedes desear éxito, riqueza o influencia, lo cual está bien, pero si no tienes una relación con Jesús, todo será inútil. Elígelo hoy y todos los días. Búscalo a través de su palabra. Camina al paso del Espíritu Santo para que tu corazón y tu mente sean renovados.

Pensamiento:

Sigue mirando hacia arriba cuando la vida te deprima para que estés entrenado y listo para la eternidad.