Entendamos cómo administrar las finanzasMuestra

La opinión de Dios en cuanto a las deudas

La Biblia no deja lugar a dudas sobre la opinión de Dios respecto a las deudas:

"No debáis nada a nadie, sino el amaros unos a otros; porque el que ama a su prójimo ha cumplido la ley" (Romanos 13.8).

"El rico se enseñorea de los pobres, y el que toma prestado es siervo del que presta" (Proverbios 22.7).

En nuestro mundo actual, muchas personas han ignorado estas verdades. Por ejemplo, en los Estados Unidos, cientos de miles de personas están al borde de la bancarrota. Millones de personas no solo viven de cheque a cheque, sino que están a menos de sesenta días de quedarse sin casa o en situación de extrema necesidad económica. Y la deuda de los consumidores estadounidenses ha alcanzado un máximo histórico de 3.898 billones de dólares*. Adoptamos la filosofía de "compre ahora, pague después" que nos han vendido durante décadas los anunciantes que nos tientan a creer que debemos tener el producto que están vendiendo para proyectar una imagen de valía personal.

En resumen, nos hemos tragado una mentira, y nos estamos atragantando con ella.

Dios no quiere que su pueblo esté endeudado. Lo único que desea que les debamos a los demás es nuestro amor, que demos con libertad y en maneras tangibles. Debemos ser dadores, no deudores.

El precio por el endeudamiento puede ser alto. En la antigüedad, los hijos de Israel perdieron gran parte de sus tierras y posesiones debido a las deudas, y algunos se vendieron a sí mismos o a sus hijos como esclavos para pagar sus deudas (Nehemías 5.3-5). Podemos cuestionar, diciendo: "¡Qué horrible! ¿Cómo pudieron vender a sus hijos para pagar sus deudas?". Sin embargo, eso es justo lo que muchos de nosotros estamos haciendo hoy en día, atando a nuestros hijos con montañas de deudas mucho después de que nos hayamos ido de este mundo.

Además, Dios no quiere que su pueblo esté endeudado porque eso tiene un impacto negativo en sus vidas espirituales. Algunas de las razones por las que Dios se opone a las deudas se pueden descubrir cuando echamos un vistazo a las razones por las que, ante todo, las personas se endeudan. Muchas se endeudan porque:

· Compran cosas que no pueden costearse.

· Hacen inversiones imprudentes.

· Son descuidadas en sus compras, al tomar decisiones insensatas o innecesarias.

· Carecen de previsión para el futuro.

· Pierden el empleo o faltan al trabajo por enfermedad, lesiones o pereza.

Debemos recordar que es mucho más fácil mantenerse libre de deudas que salir de deudas. Tome la decisión de seguir el plan de Dios en cuanto a sus finanzas y evite caer presa de los mensajes seductores que le tientan a pedir prestado, comprar más allá de sus posibilidades o a gastar su dinero de manera insensata (Proverbios 13.22).

*Reserva Federal de Estados Unidos, mayo de 2018