Entendamos cómo administrar las finanzasMuestra

¿Cuánta deuda es demasiada?

No creo que deber una factura por unos días o semanas sea equivalente a una deuda. Estoy hablando aquí del tipo de deuda que conduce a la esclavitud financiera. Usted sabe que está endeudado cuando...

· No puede pagar las facturas a su vencimiento.

· Comienza a aplazar el pago de una factura para pagar otra.

· Se siente presionado con respecto a sus facturas.

· Se preocupa por cómo va a pagar sus facturas.

· Empieza a buscar soluciones o métodos rápidos para salir de su deuda.

La verdad es que la deuda puede llevar a una serie de actitudes que afectan su vida espiritual de manera muy negativa.

En primer lugar, la deuda crea estrés, ansiedad y frustración profunda. La deuda se convierte en una preocupación mental abrumadora para muchas personas: sus primeros y últimos pensamientos del día son sobre a quién debe, cuánto debe y qué puede hacer en cuanto a lo que debe. Con esta mentalidad, usted no está en condiciones de escuchar lo que Dios quiere decirle sobre sus prioridades en el uso del tiempo y recursos. En última instancia, la deuda no pagada puede generar temor de que nunca saldrá de la deuda. Y el temor es lo opuesto a la fe.

En segundo lugar, la deuda ejerce presión sobre las relaciones familiares. Las preocupaciones monetarias se encuentran entre las causas principales de las discusiones familiares. La mala administración del dinero puede sofocar al amor. ¡No permita que eso suceda en su hogar! Cuando los desacuerdos interrumpen el libre flujo de comunicación amorosa en su hogar, se enfrenta a un problema que tiene dimensiones espirituales.

En tercer lugar, la deuda hace que se sienta resentido con los demás. En lugar de tender la mano a otros, comienza a evitar a las personas que debe y, a veces, a quienes están al tanto de su endeudamiento. La deuda puede hacer que desconfíe de aquellos que parecen no tener problemas de dinero. Eso puede causarle que se sienta envidioso. Estas no son actitudes piadosas.

En cuarto lugar, la deuda daña el testimonio de un cristiano. Es difícil declarar al mundo que usted confía en Dios para satisfacer todas sus necesidades cuando está endeudado hasta el cuello. Destruye su credibilidad.

La deuda afecta su vida espiritual de manera negativa porque le impide escuchar por completo las instrucciones de Dios para su vida diaria. Le impide que Dios le utilice para ayudar a los demás. Y le hace perder su paz y su flexibilidad cuando su vida está agobiada por las deudas.