Antiguo Pacto vs NuevoMuestra
La casa de Dios
Toda la historia contenida en el Antiguo Testamento, le suelen llamar la época de la ley, es decir, a la etapa en la que Jesús aún no había descendido del cielo ni había muerto ni resucitado. Pero, aunque aún no era el tiempo, durante el proceso de formación de Israel en el desierto, Dios quería habitar en medio de ellos a través del tabernáculo, también llamado casa del Señor, ya que ahí habitaba la presencia de Dios y así permitirle a su pueblo habitar cerca de su presencia y ver su gracia aún en esa época.
El tabernáculo, era una gran tienda con utensilios sagrados, cada elemento tenía un significado especial, tenía un espacio exterior cercado por cortinas llamado ‘’atrio'', donde al ingresar en él, lo primero que se veía era el altar de bronce, donde se realizaban los sacrificios para la expiación de los pecados, por el mismo camino más adelante, en frente del tabernáculo, estaba la fuente de bronce, donde los sacerdotes debían lavarse siempre después de ofrecer sacrificios, esta fuente estaba hecha de espejos, representando la palabra de Dios y cómo debemos santificarnos con ella.
Dentro de la tienda había dos lugares, estaba el lugar Santo donde se encontraba la mesa de los panes de la proposición que estaba hecha de madera de acacia recubierta con una lámina de oro, un símbolo de Cristo llevando a su pueblo ante Dios. La mesa tenía una moldura en su contorno que impedía que los panes pudieran caerse, esto representa la seguridad que tenemos en Dios. Los 12 panes sobre dicha mesa, tenían varios significados, entre ellos, era alimento para los sacerdotes, representaba que es necesario alimentarnos del Señor y crecer espiritualmente, también representan a las tribus de Israel y se ubicaban a la luz del candelero, un símbolo de la posición en que estamos ante Dios. El candelero es un elemento forjado en oro batido, hecho en una única pieza, el oro batido, es un proceso artesanal que produce hojas diminutas de oro, para dorar, representando el sufrimiento de Jesús y el aceite con el que mantenían las lámparas encendidas representaba al Espíritu Santo y las siete lámparas el ministerio de Cristo con su iglesia como vasos o canales donde fluya y obre el Espíritu Santo, estas lámparas debían estar encendidas por la noche, representando que durante la ausencia de Jesús en la tierra, el Espíritu Santo ilumina nuestra vida. Por último, el altar de oro, allí el sacerdote ofrecía perfume, mientras el pueblo afuera oraba, una imagen de Jesús presentando al Padre las oraciones de su pueblo, ya sea como intercesión o adoración. El incienso era únicamente para Dios, no podía ser ofrecido más que en el lugar Santo y no debía ser consumido por fuego extraño, es decir, por uno fuera del tabernáculo sino solamente por el fuego tomado del Altar de Bronce.
Por último, detrás de una cortina, en un lugar más íntimo, estaba el arca del pacto o también llamada el arca del testimonio, una pieza extraordinaria que representaba la presencia de Dios, era una caja con dos ángeles cubriéndola, hecha de madera revestida en oro, nadie podía verla, ya que era cubierta por un velo azul haciendo alusión a los versos "No hay parecer en Él, ni hermosura; le veremos, más sin atractivo para que le deseemos"; "nadie conoce al Hijo, sino el Padre" no podía ser transportada en carro si no, solo los sacerdotes podían llevarla, dentro, estaba las tablas de la ley, donde Dios escribió sus mandamientos, también, una porción diaria del maná, el alimento que Dios proveía del cielo a su pueblo en el desierto y la vara de Aron que reverdeció, una rama seca que Dios hizo florecer, para demostrarle al pueblo, que Aron era escogido como el sumo sacerdote, esta rama, también puede ser una representación de la resurrección de Cristo y como Él nos eligió como sacerdotes suyos, por lo que Cristo hizo por nosotros.
Cuando Jesús murió por ti y por mí, la cortina del lugar Santísimo del templo en Jerusalén fue rota, en señal de que podemos acercarnos confiadamente al trono de la Gracia sin intermediarios, porque Jesús es el único camino, nos hizo sacerdotes suyos. Así como el lugar Santísimo era el lugar más íntimo de la casa de Dios, hoy para acercarte a Él, simplemente necesitas abrir tu corazón y buscar a Dios en lo secreto porque ahora nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo, Él habita en nuestro interior y si pasamos tiempo con Él, nuestra vida va a tener todo lo que necesita.
Oración: Amado Dios, te doy gracias por el sacrificio que hiciste por mí, por permitirme entrar en tu presencia en cualquier momento y lugar. Por siempre hacerme compañía y nunca dejarme sola, enséñame a buscarte cada día. En el nombre de Jesús, amén.
Acerca de este Plan
La Biblia, de principio a fin, es un único mensaje: la historia de la redención. Este plan es un breve estudio bíblico sobre las diferencias y similitudes del Antiguo Pacto y el Nuevo, es la historia de cómo Jesús nos hizo sacerdotes suyos.
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Nos gustaría agradecer a Judit Paz por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/soyjuditpaz/