Una pausa en tu vida AntologíaMuestra
Levantando al caído
El profeta Jeremías había sido arrojado y olvidado en una cisterna llena de lodo a causa de su ministerio. Sedequías, el entonces rey de Jerusalén que gobernaba bajo permiso de Babilonia, había sido el responsable de semejante injusticia, simplemente porque este profeta no anunciaba lo que el rey quería oír. Pero cierto amigo de Jeremías intercedió por él y le rogó al rey que le liberara: “Entonces mandó el rey al mismo etíope diciendo: Toma en tu poder treinta hombres de aquí, y haz sacar al profeta Jeremías de la cisterna, antes que muera. Y tomó Ebed-melec en su poder a los hombres, trapos viejos, ropas raídas y andrajosas, y los echó a Jeremías con sogas en la cisterna. Y dijo el etíope a Jeremías: Pon ahora esos trapos viejos y ropas raídas y andrajosas, bajo los sobacos, debajo de las sogas. Y lo hizo así Jeremías. De este modo, sacaron a Jeremías con so- gas, y lo subieron de la cisterna; y quedó Jeremías en el patio de la cárcel” (Jeremías 38:10-13). El punto que deseo destacar es la manera cuidadosa que este etíope usó para levantar a su amigo del lodo. Podría simplemente haber tirado de sus brazos hasta liberarlo, y posiblemente lo hubiera logrado pero con ligamentos, clavículas rotas, y músculos del hombro desgarrados.
Es muy probable que a lo largo de tu vida te encuentres en situaciones en las que tendrás que socorrer sentimental o espiritualmente a alguien. Hazlo con cuidado, con amor, como te hubiese gustado que lo hicieran contigo, con tu cónyuge o con tu hijo. Debemos tratar a los demás como queremos que nos traten. Cuántas veces, por querer ayudar sin ganas, sin amor ni ética, hemos dado un consejo inoportuno, una reprensión dura, una exhortación que sólo logra echar sal a la herida del prójimo, o emitimos un juicio apresurado. Debemos aprender a dar a los necesitados la gracia que Dios nos impartió y no tanto la ley que sólo Dios puede ejecutar sin equivocarse. La próxima vez que quieras levantar a alguien asegúrate de que no lo dejes peor de como lo encontraste.
Si no estás capacitado para ayudar, mejor dedícate a orar.
Escrituras
Acerca de este Plan
En un mundo de constante activismo y estrés, es crucial detenerse y observar el entorno para apreciar los detalles ignorados. El texto insta a recordar que lo esencial es invisible a los ojos y a iniciar una relación con Dios para obtener una perspectiva adecuada en los desafíos diarios. Ofrece "Reflexiones para el alma" como una guía espiritual diaria para encontrar tranquilidad y propósito en medio del ajetreo cotidiano.
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Nos gustaría agradecer a Editorial CLC por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://editorialclc.com/