Triunfando en las PruebasMuestra

Propósito en el sufrimiento

Lectura: 1 Pedro 5:10-11

EOAO: 1 Pedro 5:10-11

Pero el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio para siempre. Amén

En el Texto

En medio de nuestro sufrimiento, es importante recordar esto: nuestro dolor tiene tanto un punto de partida como un punto de llegada. No durará para siempre. Comparado con la eternidad que nos espera, este sufrimiento no es más que un momento fugaz. Pedro nos recuerda gentilmente esta verdad: que nuestros sufrimientos actuales son “por un poco de tiempo”.

No importa la intensidad de nuestras pruebas, tenemos una esperanza inquebrantable como hijos de Dios. Imagina el día en que todo nuestro dolor no sea más que un recuerdo y nuestra eternidad rebose de alegría en la presencia de nuestro Señor.

Nuestro Dios, el Autor de la gracia interminable, no sólo está con nosotros en nuestras luchas actuales, sino que ha grabado la gracia en nuestra historia eterna. Él nos ha llamado amorosamente a compartir Su gloria con Cristo.

Entonces, en nuestro sufrimiento, no pasemos por alto la transformación divina que está obrando dentro de nosotros. Dios, en Su gracia, está moldeando nuestro carácter, refinándonos para un servicio más profundo a Él. Él promete restaurarnos. Querido amigo, no permitas que tu quebrantamiento o dolor te impidan recibir Su amoroso abrazo. Él nos confirmará, proporcionándonos todo lo que necesitamos para cumplir Su llamado en nuestras vidas. Y nunca estamos solos en esto; Dios siempre nos encuentra exactamente dónde estamos, equipándonos exactamente con lo que necesitamos. Dios también nos establecerá, cimentará nuestro corazón y nuestra mente al leer Su Palabra y, a través de Su Palabra nos protegerá y nos dará el discernimiento para luchar y resistir los engaños de la falsa doctrina.

Cada gramo de este poder y cada hilo de esta gracia se origina y termina en Él. Así que anímate, Dios tiene Sus ojos puestos en ti. Tu sufrimiento tiene un límite y un propósito mayor. Aunque puede ser difícil de ver en este momento, nada de tu dolor se desperdiciará. Dios está permitiendo que esta prueba te refine y te forme más a la imagen de Jesús. Pero no nos equivoquemos, esto terminará y la gloria del cielo aguarda. Persevera. Aférrate a Jesús y aguanta. Lo mejor está por venir.

Oración

Querido Señor Jesús, en medio de mi dolor, ancla mi corazón a la promesa de que mi sufrimiento es solo momentáneo comparado con la gloria eterna que has puesto ante mí. Fórmame más a Tu imagen durante esta temporada. Restáurame, confírmame, fortaléceme y establéceme. Que en todo seas glorificado. Amén.