El NiñoMuestra

Imagina ser María, la madre de Jesús, cuando se enteró de que daría a luz al Salvador del mundo. Era una jovencita, no mucho mayor que un estudiante de secundaria, comprometida para casarse. En sus planes no había un embarazo, especialmente uno que traería al Hijo de Dios al mundo. A pesar de la presión, María eligió confiar en Dios. No tenía todas las respuestas, pero ella confiaba en el plan de Dios. ¡Nosotros podemos hacer lo mismo hoy en día! Cuando enfrentemos situaciones abrumadoras, como probarnos para un equipo, hacer nuevos amigos o compartir nuestra fe, podemos elegir confiar en Dios; aunque eso no significa que no sentiremos miedo; sino que creeremos que Dios es más grande que nuestros miedos.

Hoy, acercate a Dios y preséntale algunos de los miedos que estás enfrentando. Pídele a Dios que te ayude a enfrentar tus miedos y te recuerde confiar en él mientras los enfrentas.