El NiñoMuestra

En ocasiones, el miedo se parece a un valle oscuro. Quizá lo que te hace caer en ese valle es la ansiedad por un juego importante, el estrés por un conflicto familiar o la preocupación por una amistad cambiante. No importa cuán profundo y oscuro sea el valle de miedo en el que estás ahora, las Escrituras nos recuerdan que no lo estamos atravesando solos. El Niño, Jesús mismo, vino a la tierra para caminar junto a nosotros a través de cualquier valle oscuro, acompañarnos en los momentos más bajos y estar con nosotros ante los miedos que enfrentemos. Él no siempre aleja las cosas que nos dan miedo, pero promete estar con nosotros, protegernos y consolarnos a medida que las enfrentamos. De eso se trata el nacimiento de Jesús, lo que celebramos cada Navidad. Y es una promesa a la que nos podemos aferrar en esta Navidad y más allá.

Esta semana, cuando sientas que el miedo te abruma, trata de imaginar que Jesús está a tu lado. Imagina que él está listo para protegerte y guiarte para que atravieses tu más grande miedo. Después, tómate un tiempo para escribir cómo este ejercicio te ayuda a cambiar la manera de enfrentar tus miedos.