El NiñoMuestra

Cuando piensas en el día en el que nació Jesús, ¿cómo lo imaginas? Es fácil pensar que ese momento estuvo lleno de mucha celebración. Ciertamente, todos en el pequeño pueblo de Belén estaban peleándose por ser quienes recibieran al Niño y a su familia. Pero como sabemos, no fue así. Jesús, el Hijo de Dios, nació en el lugar más humilde, con poca celebración o emoción. Su llegada fue mucho menos grandiosa de lo que habrías esperado para quien habría de convertirse en el Salvador del mundo. Lo maravilloso de esto es que la manera en que Jesús nació no afecta la razón por la que lo hizo. Aunque su llegada fue aparentemente inadvertida, su misión no lo era. Desde su primer aliento, Jesús vivió para salvarnos, ¡y eso fue exactamente lo que hizo!

Hoy, lee más sobre la venida de Jesús al mundo en Lucas 2. Presta atención a las partes de su historia que te parezcan sorprendentes y a las que te den consuelo. Habla con tu grupo pequeño sobre lo que has aprendido del nacimiento de Jesús y lo que significa para ti hoy en día.