El NiñoMuestra

Hablar del destino es fácil cuando no consideramos el camino que recorrimos para llegar ahí. Celebramos que entramos en el equipo, pero olvidamos todo el trabajo que nos costó. Nos encanta hablar sobre la calificación que obtuvimos en el examen final sin recordar las interminables horas de estudio. Lo que aquella primera Navidad nos recuerda es que, aunque el destino es el objetivo final, el camino también es valioso. Hoy en día, recordamos a María y a José como los padres de Jesús, pero no podemos ignorar el camino que recorrieron: desde viajar para encontrar un lugar donde quedarse y enfrentar la montaña de emociones que significó entender que tendrían un hijo, hasta la jornada espiritual para creer que ese Niño sería el Salvador del mundo. A medida que caminamos hacia nuestras metas y nuestro destino, es importante que valoremos el camino y cómo nos transforma.

Hoy, reflexiona en el camino que has recorrido con Jesús. ¿Qué pasos de fe te has visto desafiado a dar? ¿De qué manera has visto que tu relación con él ha crecido? ¿En qué áreas quieres que tu fe crezca de cara al futuro?