Reflexiones Sobre La JusticiaMuestra

Como hijos de Dios, tenemos la responsabilidad de hacer el bien y llevar la luz al mundo. Podemos defender la justicia y cambiar la vida de quienes sufren injusticias.

En nuestras comunidades, la gente se enfrenta a diversas formas de injusticia, como la violencia doméstica y el acoso. Pienso en una joven que se aloja en un albergue del Ejército de Salvación tras sufrir los malos tratos de su marido y su familia política. Lo soportaba por el bien de su hijo. Gracias a su bondad y a la gracia de Dios, ha llegado a un lugar más feliz y seguro. Muchas mujeres como ella se enfrentan a dificultades en el hogar y en el lugar de trabajo.

La vulnerabilidad y las barreras culturales a menudo empujan a las mujeres a la oscuridad. Como cristianos, podemos ser la luz que trae esperanza a quienes han sido silenciadas. Es importante recordar que la equidad y la justicia deben extenderse a todos, como demostró Jesús cuando mostró compasión a una mujer sorprendida en adulterio (Juan 8:3-11). Alcemos la voz por los que no la tienen y, como una lámpara en su pedestal, guiémosles hacia un camino mejor.

Desafío: Puede que te hayas encontrado en la oscuridad con mujeres que se enfrentan a la injusticia y las hayas ignorado. ¿Estás dispuesto ahora? Dedica tiempo a escucharlas, orar y llevar luz a sus vidas.

Oración: Quiero, amado Señor, un corazón que arda por ti, un alma bautizada con energía celestial; una mente dispuesta, una mano lista para hacer todo lo que sé, para esparcir Tu luz dondequiera que vaya (Salvation Army Song Book 497 v 3).