Reflexiones Sobre La JusticiaMuestra

“La religión apesta, pero el Evangelio es una explosión”. Este fue el eslogan de una campaña evangelística en el verano de 2000. Los cristianos fueron los más escandalizados.

¿Seguimos siendo buenos ejemplos? ¿Nuestra religión provoca envidia? Hace dos mil años, Santiago escribió sobre la importancia de contener la lengua. Desgraciadamente, ninguno de nosotros está protegido de esta realidad “apestosa”; conflictos y disputas para mantener el propio lugar o el propio poder.

Pero si nos dejamos tocar por el amor de Dios, podemos vivir los verbos propuestos en las diversas versiones de Santiago 1:27: rescatar, ayudar, cuidar, atender, visitar, tender la mano. ¡Por eso este Evangelio es una bomba!

Conozco bien estos verbos. Como madre los tengo arraigados, ¡y los uso alegremente y sin restricciones! Rescatar, ayudar, cuidar, visitar, tender la mano.

Desafío: Comparte el Evangelio como si fuera una comida que alguien necesita desesperadamente. Aunque a primera vista parezca repulsivo o incierto, el amor de Dios es una explosión si se comparte.

Oración: Señor, ayúdame a llevar y compartir tus valores de amor a los demás más allá del deber o la expectativa.