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Misión en Las Parabolas Del ReinoMuestra

Misión en Las Parabolas Del Reino

DÍA 2 DE 5

Vamos a ver la misma parábola de ayer, pero nos concentramos en las dos últimas tierras (Mateo 13:7­–8, 22–23).

La persona entre las espinas oye la palabra; sin embargo, se ahogan—se estrangulan, podríamos decir—y terminan se matan por lo que los rodea: “el afán de este siglo y el engaño de las riquezas” (Mateo 13:22). Es una tentación enorme, vivamos en una sociedad rica o en una comunidad pobre, donde la envidia es fácil. Pero los discípulos también pueden ser ahogados no por la avaricia y el materialismo sino por la preocupaciones y ansiedades (véase Mateo 6:25­–34). Este es un desafío grande en los lugares donde la gente tiene razones legítimas para preocuparse sobre cómo van a conseguir la comida, la pensión escolar de sus hijos y el alquiler de la casa. Tenemos que dirigirlos a los tesoros que hallamos en Jesús, al camino de negarnos a nosotros mismos y llevar nuestra cruz en vez de buscar la comodidad, pero también tenemos que ayudar a los que tienen necesidades desesperadas, que luchan para perseverar en la fe cristiana porque están luchando para sobrevivir.

Finalmente, la tierra buena es “aquel que oye la palabra y la entiende” pero—yendo más allá de esta recepción inicial—“produce fruto” (Mateo 13:23). La marca genuina del discípulo incluye las tres cosas: oír, entender, producir fruto. Jesús parece no distinguir entre treinta, sesenta o ciento, como si treinta fuera una desilusión; tal vez el porcentaje corresponde a las habilidades de cada uno, como en la parábola de los talentos (Mateo 25:14–30).

¿Qué podemos aprender de esta parábola sobre la misión? Habrá gran oposición y grandes obstáculos para esta cosecha. El maligno busca impedirla a cada vuelta y hay muchos tropiezos en el camino del oyente, que le dificultan que prosiga en el discipulado pleno y que continúe hasta el fin. Pero finalmente, habrá resultados asombrosos—cuando contemplamos cuánta semilla desperdiciamos, es aún más admirable que el fruto de la cosecha sea tan abundante, mucho más allá de la cosecha promedio. Dios puede traer el crecimiento milagroso aun cuando nuestro trabajo misionero parezca ser en vano. La obra es suya y mientras sembramos fielmente por él, Dios cosechará una cosecha grande.

Escrituras

Día 1Día 3

Acerca de este Plan

Misión en Las Parabolas Del Reino

Vamos a aprender sobre la misión de las parábolas del reino en Mateo 13. ¿Cómo se aplican estas parábolas a la tarea de misión global? ¿Qué dice Jesús sobre el rol de Dios y el nuestro? Seremos desafiados a jugar nuestro papel en la misión de Dios en el mundo y a responder a su llamado a hacer discípulos de todas las naciones.

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Nos gustaría agradecer a One Mission Society por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://onemissionsociety.org/