Todos Quieren Un MilagroMuestra
Milagros
En nuestro país y en el extranjero, la gente a menudo nos pide que compartamos lo que consideramos vital para llegar a los millones de personas no evangelizadas de nuestra generación. La respuesta a su pregunta se encuentra en la vida y el ministerio de Cristo y de la Iglesia primitiva.
Cuando Jesús comenzó su ministerio público, fue un ministerio de milagros. Su concepción, nacimiento, enseñanzas, vida, muerte, resurrección, apariciones y ascensión fueron milagros asombrosos e innegables.
Cuando la Iglesia comenzó su ministerio, fue un ministerio de milagros. Dios hizo señales y prodigios a través de los apóstoles, trastornando los sistemas religiosos de la época hasta el punto de que incluso el gobierno romano, que rechazaba a Cristo, tembló.
La Iglesia había descubierto que Cristo, a quien Dios resucitó de entre los muertos, tenía el mismo poder y obraba los mismos milagros, a través de ellos, que antes de ser condenado y asesinado. ¡Estaba vivo de nuevo! Vivía en ellos, no había cambiado. Respondía a las oraciones de sus seguidores en su nombre. Así pues, los enfermos eran sanados, los muertos resucitados y los demonios expulsados.
Aquellos primeros años de la historia de la Iglesia primitiva, registrados en los Hechos de los Apóstoles, son un ejemplo para nosotros hasta el regreso del Señor. Si el cristianismo no cuenta con lo sobrenatural, no tiene nada que ofrecer, salvo religión, formalidad, ritual y ceremonia. ¡Eso no es cristianismo bíblico!
La Biblia es un libro de milagros, un registro de sucesos divinos. Todos los personajes principales de la historia del Antiguo Testamento fueron personas que experimentaron milagros en respuesta a su fe audaz y activa en Dios. El cristianismo comenzó y se basa en una sucesión de milagros. Los milagros propagan el cristianismo, pues satisfacen el anhelo espiritual de hombres y mujeres.
Los seres humanos no han cambiado. Lo sé porque durante más de seis décadas, en más de cien naciones, nuestra familia ha llevado el Evangelio a multitudes, cara a cara. Han abarrotado nuestras reuniones. Millones se han vuelto al Señor por los milagros que han presenciado. Han llegado a saber que el Evangelio es vida. Es el corazón y la naturaleza de Jesucristo manifestados y expresados en y a través de personas humanas. El Evangelio llega «no solo con palabras, sino también con poder, con el Espíritu Santo y con profunda convicción» (1 Tesalonicenses 1:5). Brinda salvación. Da paz, esperanza y milagros. Solo necesitas creer para experimentar el milagro de la presencia de Dios en tu vida.
Señor, ayúdame a creer en los milagros. Quiero experimentar el milagro de tu presencia en mi vida.
Acerca de este Plan
Dios está vivo. Te ama. Anhela revelarse a tu vida. Sus milagros son una prueba de su amor. Mientras lees este plan devocional, oramos para que conozcas el milagro de la presencia de Cristo. A medida que experimentes su poder sobrenatural, te sentirás motivado para compartir el Evangelio con los demás.
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Queremos dar las gracias a la Dra. LaDonna C. Osborn y a Osborn Ministries International (OMI), en colaboración con El Centro Network, por facilitarnos este plan devocional. Osborn Ministries procura expresar y propagar el evangelio de Jesucristo a todas las personas del mundo. Para más información, visita https://osborn.org http://www.elcentronetwork.com