Todos Quieren Un MilagroMuestra

El fundamento de los milagros

La fe viene por oír la Palabra de Dios, no por la retórica filosófica o las tradiciones religiosas. Jesús mismo dijo a los fariseos que, con sus tradiciones, dejaban sin efecto la Palabra de Dios (Marcos 7:13). Las promesas bíblicas de Dios deben ser creídas, obedecidas y enseñadas. Dios no quiere seguidores que le proclamen con los labios, pero con el corazón alejado de Él. Los que enseñan a otros son juzgados más estrictamente (Santiago 3:1). El mensaje debe ser correcto o todo lo demás es vacío. Puede proclamarse una semana de ayuno, pero sin fe en Dios y obediencia a sus preceptos, no traerá milagros. Pueden organizarse noches de oraciones, pero sin Jesús no servirán de nada.

El despertar espiritual debe comenzar en el orador, maestro o líder. Ella o él debe estar dispuesto a renunciar a ideas y métodos que no estén basados en la verdad redentora. Él debe estar dispuesto a conformar su pensamiento, su predicación y sus acciones a los principios bíblicos. Ambos deben recibir su entendimiento espiritual del Espíritu Santo, que nos enseña acerca de Cristo (Juan 14:26). Si queremos recoger el fruto de la fe, debemos sembrar la semilla de la fe, que es la Palabra de Dios.

Cuando proclamamos sus verdades, abrimos el camino a lo milagroso. Los enfermos son sanados (Salmos 107:19-20). Los incrédulos se vuelven a Cristo y encuentran la vida eterna (Proverbios 4:20-22). Las personas son liberadas (Lucas 4:17-19, Juan 8:31-32).

La Palabra de Dios es su voz que te habla individualmente. Lee sus promesas en la Biblia. Acéptalas y recíbelas personalmente, como si el Señor mantuviera una conversación privada contigo. Haz lo que Él te diga que hagas; espera que Él haga lo que dice que hará. Ése es el significado de la fe real y viva.

Cree en sus promesas. Piensa en ellas. Medítalas en tu mente. Pronúncialas con tus labios. Permite que el Espíritu Santo marque estas verdades en tu espíritu hasta que produzcan en ti una esperanza indomable, una fe inquebrantable y un amor perdurable. Actúa según las promesas de Dios con una fe sencilla e infantil, y Dios las cumplirá en tu vida. Puedes experimentar sus milagros y su amor ahora mismo.

Dios, por favor, muéstrame cómo me he vuelto ciego y sordo por seguir las tradiciones humanas en lugar de confiar en ti y en tu Palabra. Abre mis ojos, mis oídos, mi corazón y mi mente a tu presencia.

Este plan devocional se basó en contenido de Milagros: Pruebas del amor de Dios, de T. L. Osborn. Para saber más sobre Osborn Ministries International, por favor haz clic aquí.