Todos Quieren Un MilagroMuestra
Todo el mundo quiere un milagro
La humanidad anhela al Dios vivo. Los hombres y las mujeres ansían un milagro. Dondequiera que se levante un hombre o una mujer cuyas oraciones sean escuchadas y contestadas, acudirán multitudes aún más numerosas a escucharlos que a oír al filósofo o al gobernante más famoso del mundo.
Este amor, por lo milagroso, no es una señal de ignorancia. Más bien revela el intenso deseo de la humanidad de relacionarse con el Dios invisible. Los hombres y las mujeres quieren ver a Dios en acción. Los racionalistas nos dicen que la educación tomará el lugar de los milagros y que la Iglesia ya no necesita lo sobrenatural en el cristianismo. Sin embargo, la educación nunca ha eliminado el anhelo de lo milagroso en la especie humana. Tales argumentos son simplemente el hazmerreír del enemigo. Un milagro poderoso hoy, en nombre de Jesucristo, vale más que toda una vida de pedagogía teórica.
La mayoría de la gente ansía lo sobrenatural. Anhelan ver la manifestación del poder de Dios. Incluso los que niegan la existencia de Dios se acercarán a la multitud para ver un milagro. Los hombres y mujeres cultos escucharán a un predicador inculto porque tiene fe en el Dios vivo. Incluso están dispuestos a soportar extravagancias y cierto fanatismo para conseguir un pequeño toque de lo sobrenatural. Tienen hambre de respuestas a sus oraciones.
Este anhelo de lo milagroso está profundamente arraigado en la humanidad, independientemente de su nacionalidad o procedencia, porque toda persona humana está hecha a imagen del Dios de los milagros. La gente quiere milagros hoy tanto como los ha anhelado siempre.
Todo verdadero despertar espiritual que ha honrado a Cristo y a su Palabra ha sido atestiguado por milagros dinámicos. La salvación es proclamada por hombres y mujeres humildes que han tenido una visión del Cristo vivo, que «es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos» (Hebreos 13:8). Es imposible proclamar la Palabra de Dios con fe bíblica y no ver milagros. Cuando la gente ve la Palabra de Dios confirmada por milagros, sabe que es verdad, y se vuelve al Señor de la misma manera que lo hacía la gente en los días bíblicos. Muchos creyeron en su nombre cuando vieron los milagros que hacía (Juan 2:23). Él puede hacer milagros en tu vida hoy. ¿Qué milagro anhelas? Ora al igual que el salmista: «Mi alma desfallece de anhelo por tu salvación; ... en tu palabra he puesto mi esperanza» (Salmos 119:81).
Dios, tú conoces las respuestas que anhelo recibir. Tú conoces los anhelos de mi corazón. Ayúdame a saber que tú sigues siendo el Dios hacedor de milagros que proclama la Palabra.
Acerca de este Plan
Dios está vivo. Te ama. Anhela revelarse a tu vida. Sus milagros son una prueba de su amor. Mientras lees este plan devocional, oramos para que conozcas el milagro de la presencia de Cristo. A medida que experimentes su poder sobrenatural, te sentirás motivado para compartir el Evangelio con los demás.
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Queremos dar las gracias a la Dra. LaDonna C. Osborn y a Osborn Ministries International (OMI), en colaboración con El Centro Network, por facilitarnos este plan devocional. Osborn Ministries procura expresar y propagar el evangelio de Jesucristo a todas las personas del mundo. Para más información, visita https://osborn.org http://www.elcentronetwork.com