La Esperanza De Dios Para Los Huérfanos: Todo Niño Merece Una FamiliaMuestra

"Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre…" (Lucas 1:30-33).

El pasaje anterior es solo una parte de una escena increíble que se desarrolla en Lucas 1:26-38, un pasaje sobre el que a menudo reflexionamos durante la Navidad. Estos versículos describen un momento trascendental que nos revelan el instante en que el Dios del universo rompió la barrera entre la eternidad y el tiempo para poner en marcha su plan redentor. ¡La profecía y la promesa de un niño que llegaría al mundo estaban a punto de hacerse realidad! La paz con Dios estaba llegando a la Tierra en carne y hueso.

Por increíble que parezca, hay más cosas sucediendo aquí que a menudo pasan desapercibidas. Cuando Dios puso en marcha este plan, hizo todo lo posible para garantizar que su Hijo fuera criado en una familia. Dios envió a María su ángel más importante para ayudarla a entender y aceptar la situación. Jesús necesitaba una madre, y María fue la elección perfecta. Cuando José no creyó la insólita explicación de María (como era de esperarse), Dios fue un paso más allá y le envió un ángel del Señor en un sueño. Ese debió haber sido un sueño extraordinario, porque José enseguida tomó a María por esposa para que juntos se prepararan para su nueva familia.

El Dios de toda la creación sabía que era importante que su único Hijo estuviera en una familia. ¡Eso deja en claro lo importante que es para nosotros que movamos cielo, mar y tierra para garantizar que cada niño tenga esa oportunidad! Sin embargo, en todo el mundo hay millones de niños huérfanos y vulnerables que crecen en orfanatos esperando la oportunidad de experimentar el calor y la seguridad de una familia.

En los próximos días, exploraremos cuál es el corazón de Dios por los huérfanos y profundizaremos en Su plan para la familia. Todo niño merece una familia para poder experimentar todo lo que Dios quiere para ellos.

Oración:

Padre, gracias por tu increíble plan de redención a través de Jesús. Así como te aseguraste de que tu Hijo fuera criado en una familia, hoy oramos por todos los niños alrededor del mundo que aún esperan poder experimentar el cálido abrazo de una familia. Toca nuestros corazones para ser parte de tu solución y ayúdanos a reflejar tu amor para los niños huérfanos y vulnerables. Que cada niño pueda disfrutar de la bendición de tener una familia, tal como fue tu intención. En el nombre de Jesús, amén.