La Esperanza De Dios Para Los Huérfanos: Todo Niño Merece Una FamiliaMuestra
Al principio, Dios estableció un planeta con un propósito: crear un ser con la capacidad de amar y construir una relación única con él. En esencia, el deseo de Dios era diseñar una familia extraordinaria con la raza humana. Sin embargo, nosotros elegimos un camino diferente. Como hijos e hijas rebeldes, nos lanzamos a encontrar nuestro propio camino, apartados del amoroso Padre que concibió nuestra existencia. Y obtuvimos lo que queríamos: una vida apartada de Dios y encaminada hacia la muerte. Es aquí donde entra Jesús.
Nuestro Dios, trino y relacional, vino a restaurar lo que se había perdido. Impulsado por el amor, con las armas de la gracia y la verdad, Jesús vino a ofrecernos la oportunidad de recibir lo que una vez tuvimos como un derecho de nacimiento. A todos los que lo elijamos ahora, se nos ofrece el derecho de convertirnos en hijos de Dios en Cristo. Podemos ser parte de la familia del Creador de nuevo. Ser seguidor de Cristo es ser restaurado una vez más a la condición de "familia": ser hijo o hija de Dios.
La familia siempre ha sido el plan de Dios para nosotros, tanto espiritual como físicamente. Todo lo que Dios hace en el mundo tiene como objetivo construir una familia eterna. De una manera muy real, la familia lo es todo para Dios y puede serlo para todos los que lo buscan. Podemos pasar de ser huérfanos en este mundo a ser miembros de la familia de Dios en su reino. De cierta manera, la familia que experimentamos aquí en el sentido temporal sirve como preludio de lo que está por venir. El amor y la gracia que vemos en nuestra propia familia, aunque esté estropeado y manchado, prepara el escenario para el profundo amor y gracia que recibimos como hijos del Dios vivo.
Lamentablemente, el huérfano no tiene un punto de referencia para este tipo de relación. Estadísticas recientes revelan que el 99 % de los huérfanos nunca conocerán el amor de una familia a través de la adopción. Los problemas legales, la complejidad del proceso de adopción y el modelo institucional predominante a menudo impiden que los niños experimenten lo que Dios quiere para todos nosotros: estar en una familia amorosa. Del mismo modo, el Padre enfrentó desafíos que tuvo que superar para que nosotros pudiéramos encontrar un lugar en su familia; pero, a través de su sacrificio, Jesús abrió el camino.
Juntos, y con el poder de Dios a nuestro favor, podemos ser la voz que exprese el corazón de Dios para que los niños experimenten el amor de una familia ahora. Todo niño merece experimentar hoy un vistazo de lo que les espera en el futuro. Todo niño merece una familia.
Oración:
Padre, gracias por tu plan perfecto de recibirnos en tu familia a través del amor y el sacrificio de Jesús. Así como anhelas que seamos restaurados como tus hijos, oramos por los innumerables niños huérfanos y vulnerables que nunca han conocido el amor y la seguridad de una familia. Toca nuestros corazones y guía nuestras acciones para que podamos ser parte de la solución y así asegurarnos de que cada niño pueda experimentar el amor de una familia aquí en la Tierra. Permítenos ser el reflejo de tu corazón, para que estos niños puedan vislumbrar la familia eterna que deseas para todos nosotros. En el nombre de Jesús, amén.
Sobre The Hope Effect:
Este devocional fue proporcionado por The Hope Effect, una organización sin fines de lucro dedicada a cambiar la forma en la que el mundo cuida a los huérfanos. Para conocer más sobre cómo apoyar a niños huérfanos y vulnerables desde una perspectiva bíblica a través del cuidado familiar, visita hopeeffect.com.
Escrituras
Acerca de este Plan
A lo largo de la Biblia vemos el corazón de Dios hacia el huérfano, así como el significado de la familia. Este plan de lectura destaca pasajes que muestran cómo Dios diseñó las familias para proveer el amor, la fe y la pertenencia. Mientras estudiamos estas Escrituras, exploraremos Su plan para todos los niños y el llamado a reflejar Su amor al garantizar que cada niño experimente la calidez y seguridad de una familia. Cada día termina con una oración por los niños huérfanos y un ánimo para actuar con compasión.
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Nos gustaría agradecer a The Hope Effect por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: hopeeffect.com