La Esperanza De Dios Para Los Huérfanos: Todo Niño Merece Una FamiliaMuestra
"Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas…” (Salmo 139:13-16).
En este pasaje, David, el gran poeta y rey de Israel, reflexiona sobre la maravilla y el valor de su vida. David sabe que, incluso antes de que sus padres lo vieran, Dios estaba plenamente consciente de cómo se estaba formando su cuerpo, e incluso sabía cuántos días David viviría en la Tierra. Y como si eso no fuera lo suficientemente asombroso, David se maravilla ante la realidad de que el Dios de toda la creación tenga incontables pensamientos preciosos sobre él. Ese sentimiento es un eco del Salmo 8. "¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria?", David se pregunta. "¿Por qué nosotros, que somos tan frágiles?".
Por razones que van más allá de nuestra imaginación, a Dios le apasionan las personas. Lo que le asombra David también debería asombrarnos a nosotros. Dios te ama a ti, a mí y a cada ser humano más allá de lo que podamos comprender. La cruz de Jesús refuerza esta verdad. ¡Dios nos ama tanto que prefirió morir antes que vivir sin nosotros!
Esta verdad no solo debería abrumarnos, sino también debería guiar e inspirar nuestras acciones hacia los demás. En el corazón de Dios, cada ser humano es valioso y apreciado. Por lo tanto, cuando vemos niños huérfanos y vulnerables, estamos motivados a hacer todo lo posible por cuidar de ellos de una manera que refleje este inmenso amor que Dios tiene por nosotros.
¿Cómo nos gustaría que cuidaran a nuestros hijos, a quienes amamos más que a la vida, si algo nos llegara a pasar? ¡Nos gustaría que los cuidara una familia amorosa! Ninguno de nosotros preferiría que nuestro hijo fuera criado en el frío ambiente de un orfanato en lugar de en la calidez de una familia. Ni el mejor orfanato puede replicar el cuidado personalizado y la atención individual que brinda una familia. Todo niño merece una familia para que pueda sentir lo que es ser amado y valorado, de la misma manera en la que somos amados y valorados por nuestro Creador.
Oración:
Padre, gracias por el inmenso amor que nos tienes, un amor que supera nuestro entendimiento. Gracias por llevarnos a todos y cada uno de nosotros en tu corazón. Oramos para que esta verdad transforme nuestros corazones y guíe nuestras acciones hacia otros, especialmente hacia los niños huérfanos y vulnerables que anhelan el amor de una familia. Inspíranos a reflejar Tu amor en todo lo que hacemos para asegurar que cada niño experimente el cuidado y la pertenencia que merece. En el nombre de Jesús, amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
A lo largo de la Biblia vemos el corazón de Dios hacia el huérfano, así como el significado de la familia. Este plan de lectura destaca pasajes que muestran cómo Dios diseñó las familias para proveer el amor, la fe y la pertenencia. Mientras estudiamos estas Escrituras, exploraremos Su plan para todos los niños y el llamado a reflejar Su amor al garantizar que cada niño experimente la calidez y seguridad de una familia. Cada día termina con una oración por los niños huérfanos y un ánimo para actuar con compasión.
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Nos gustaría agradecer a The Hope Effect por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: hopeeffect.com