Permaneciendo en Jesús - Llevando Fruto DuraderoMuestra

El Dios que obra en nosotros

Lectura: Filipenses 2:12-13

EOAO: Filipenses 2:12-13

"Por tanto, amados míos, como siempre me habéis obedecido, no solamente cuando estoy presente, sino mucho más ahora que estoy ausente, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que produce en vosotros así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (RV2020).

En el texto

Amiga, Dios siempre está obrando en tu vida, incluso cuando no te das cuenta. Si bien estamos llamadas a buscar intencionalmente nuestra fe, es Dios mismo quien obra dentro de nosotras. Él es quien nos da tanto el deseo como la fuerza para vivir de acuerdo con Su voluntad.

Mantenerse conectada con Jesús, la Vid, y permitir que Dios te transforme es lo que significa permanecer, no se trata de perfección o cambio instantáneo. Se trata de rendirse diariamente a la obra de Dios en nuestro interior, confiando en que Él es fiel para completar lo que comenzó. A medida que nos acercamos a Jesús, empezamos a ver cómo nuestros deseos cambian, cómo nuestro corazón se ablanda y cómo nuestra vida comienza a dar fruto de Su Espíritu. Cada momento que pasamos en Su Palabra, cada oración susurrada y cada acto de entrega son parte de este increíble proceso.

Aunque la Biblia nos llama a ocuparnos de nuestra salvación, también deja en claro que la única razón por la que podemos hacerlo es porque Dios lo hace posible. Él sabe que sin Él somos totalmente impotentes, incapaces de producir fruto alguno. Lo que nos pide es que admitamos nuestra propia debilidad y que, con fe, le pidamos que nos provea de todo lo que necesitamos para luchar contra el pecado y vivir una vida cristiana victoriosa.

Dios es a la vez la fuente y el sustentador de nuestra fe, mientras permanezcamos en Él, obrará en nosotras produciendo fruto que perdurará, glorificándole y bendiciendo a los demás.

Oración

Querido Jesús, gracias por trabajar en mí, moldear mi corazón y darme la fuerza para vivir conforme a tu voluntad. Ayúdame a permanecer en ti cada día y a dar fruto que te honre. Amén.