Tráigalos de Regreso: Devociones de Tiempo de Gracia Muestra

El Corazón de Dios: El poder "Hablar es barato", habrá oído eso antes. ¿Qué son las palabras? Tinta sobre papel, ondas de aire que salen de los labios, de la lengua y la garganta. En verdad, muchas veces el habla humana es barata e insustancial, pero cuando Dios habla, hay poder. Cuando Dios habló en el principio de los tiempos, la materia surgió de la nada; cuando Dios habló, la luz rompió la oscuridad; cuando Dios habló, el sistema acuático de todo el mundo se reorganizó, la vegetación brotó a la existencia, las estrellas y el sistema solar saltaron al cielo; el aire, el mar y la tierra les dieron la bienvenida a millones de animales. Cuando Dios habló, tierra sin vida se convirtió en Adán, y una costilla de Adán se convirtió en Eva. Cuando Dios el Hijo, dijo en la cruz “Consumado es”, el pecado, la muerte, la tumba, y el mismo Satanás se terminaron. “¿No es mi palabra como un fuego, dice Jehová, y como un martillo que quebranta la piedra?” (Jeremías 23:29). Cuando Dios le habla al corazón humano, su martillo rompe los muros del pecado, y su fuego reaviva la fe salvadora en el único Salvador. Por lo tanto, cuando usted pronuncia las palabras de Dios, sale de su boca el poder de Dios. Realmente.El Corazón de Dios: El poder "Hablar es barato", habrá oído eso antes. ¿Qué son las palabras? Tinta sobre papel, ondas de aire que salen de los labios, de la lengua y la garganta. En verdad, muchas veces el habla humana es barata e insustancial, pero cuando Dios habla, hay poder. Cuando Dios habló en el principio de los tiempos, la materia surgió de la nada; cuando Dios habló, la luz rompió la oscuridad; cuando Dios habló, el sistema acuático de todo el mundo se reorganizó, la vegetación brotó a la existencia, las estrellas y el sistema solar saltaron al cielo; el aire, el mar y la tierra les dieron la bienvenida a millones de animales. Cuando Dios habló, tierra sin vida se convirtió en Adán, y una costilla de Adán se convirtió en Eva. Cuando Dios el Hijo, dijo en la cruz “Consumado es”, el pecado, la muerte, la tumba, y el mismo Satanás se terminaron. “¿No es mi palabra como un fuego, dice Jehová, y como un martillo que quebranta la piedra?” (Jeremías 23:29). Cuando Dios le habla al corazón humano, su martillo rompe los muros del pecado, y su fuego reaviva la fe salvadora en el único Salvador. Por lo tanto, cuando usted pronuncia las palabras de Dios, sale de su boca el poder de Dios. Realmente.