«El Sonido De Los Cielos»Muestra
«Fuego del cielo»
El fuego, es una metáfora poderosa y persistente en la Palabra, la zarza ardiente, los holocaustos, incluso el «fuego consumidor». En los sucesos de ese primer Pentecostés de la iglesia, las lenguas de fuego simbolizaban la presencia y el poder del Espíritu. El fuego, tiene dos propósitos principales: purificar y empoderar.
El fuego del Espíritu, ilumina los lugares oscuros de nuestra vida y revela nuestros puntos débiles, nuestros errores y nuestro orgullo que hemos ignorado por mucho tiempo. La obra del Espíritu de revelar es solo la primera parte de su obra purificadora. Cuando confesamos y nos arrepentimos, el Espíritu quema la escoria de nuestra vida hasta que somos purificados. Esto sucederá de forma definitiva en el tribunal de Cristo, cuando las acciones de todos los creyentes pasen por el fuego purificador, quemando las ambiciones egoístas y dejando el oro puro, la plata y las piedras preciosas de nuestro amor a Dios y la fidelidad a su llamando.
Sin embargo, el fuego también es una fuente de poder increíble. Lo usamos en nuestros hogares, nuestros vehículos, nuestra cocina, y en muchos otros aspectos de la vida. El Espíritu, no vino sobre los que estaban en el aposento alto para que fueran felices y ensimismados. Él vino a empoderarlos, para cumplir el valiente llamado de Dios a representarlo en cada situación y en cada rincón de la tierra. Los discípulos en el aposento alto se unieron en oración y estaban enfocados en la Palabra de Dios. Ese es el combustible del poder del Espíritu. Cuando no estamos leyendo, estudiando y viviendo de acuerdo a la Palabra de Dios, no tenemos combustible para funcionar.
El llamado de Dios no ha sido reservado solamente para un grupo de súper santos. El llamado de Dios es para todos nosotros. ¿Cómo serían nuestras congregaciones si todos ardieran para Dios? No obstante, primeramente los líderes, debemos preguntarnos: ¿Para qué ardemos? ¿Cuál es la pasión que nos mueve? o ¿Se ha reducido el fuego, a un parpadeo? Con mucha frecuencia, nuestras pasiones quedan divididas entre Dios y el dinero, Dios y el prestigio, Dios y el poder, Dios y la comodidad. Un día, el fuego de Dios quitará todos los «y» de nuestra vida. No esperemos a que suceda después. Podemos invitar al Espíritu que nos purifique y nos empodere hoy.
Todos nosotros, incluso los mejores, podemos extraviarnos. Es por eso que Pablo escribió a Timoteo, su protegido: «Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos».
Escrituras
Acerca de este Plan
El autor de éste devocional, ilustra cómo el maravilloso Espíritu de Dios, no solo nos capacita, sino que además, por medio de su propósito eterno, nos purifica, nos da el poder, las experiencias y el amor para representar su reino en ésta Tierra.
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Scott Wilson es el pastor principal de The Oaks Fellowship en el sur de Dallas, Texas. Escribió junto con John Bates, pastor principal de Freedom Fellowship International, el libro «Despeje la plataforma», sobre el cual se basó este devocional; en convenio con El Centro Network. Para obtener más información, por favor visítenos en: http://theoaksonline.org/ y http://elcentronetwork.com/