Siete Lecciones Que Podemos Aprender De Los Israelitas Y Su Viaje Por El DesiertoMuestra

Dependencia

Los israelitas dependían completamente de Dios en todo su viaje a través del desierto. Él les proveía de alimento, de agua cuando la necesitaban, su calzado y sus ropas no se deterioraban, y los cubría por el día con una columna de nube y de noche con una columna de fuego. Ellos no podían hacer absolutamente nada por ellos mismos en este viaje. Lo único que tenían que hacer era confiar, ser obedientes y seguir a Moisés, el líder que Dios había puesto a cargo de ellos. 

La dependencia pude ser una lección muy difícil de aprender, en especial cuando estamos acostumbrados a hacer las cosas por nuestra cuenta. En algún momento de nuestras vidas todos atravesamos por la experiencia del desierto. Inclusive Jesús pasó 40 días en el desierto antes de comenzar Su ministerio. El desierto es el lugar en donde se aprende a depender a un nivel completamente distinto. Ya sea tu desierto una enfermedad, que estés desempleado o que anheles que se haga realidad un sueño que tienes, todos somos probados en estas etapas de la vida. Lo más importante será aquello con lo que salimos de esas etapas. 

¿Saldremos conociendo a Dios, sabiendo que podemos confiar en Él y depender de Él? ¿O acaso saldremos amargados porque las cosas no salieron a nuestra manera? Siempre tendremos una elección que hacer al igual que los israelitas. Ellos a menudo escogieron quejarse, protestar y perderse muchas de las bendiciones que Dios tenía para ellos. Dios dijo de ellos que eran un pueblo de dura cerviz. La belleza de vivir en dependencia es algo que vale la pena aprender. Cuando aprendemos a depender de Dios podemos hacer cosas que antes no podíamos hacer por nuestra propia cuenta. Aunque para descubrir esto, a menudo necesitamos llegar al final de nosotros mismos. Dios siempre está esperando y esperando para que veamos de manera fehaciente que él está “por nosotros”, aún en situaciones difíciles. Él siempre abre sendas, tal y como lo hizo con Israel para que cruzara el Mar Rojo. 

¿En qué áreas de tu vida pudieras ser más dependiente de Dios? ¿Lo has visto ayudarte a salir de alguna situación imposible a medida que has confiado y te has apoyado en Él?

Oración: Dios, gracias porque no hiciste que me las arreglara por mi propia cuenta. Te agradezco que me hayas creado para tener una relación hermosa contigo y ser dependiente de ti. Ayúdame a recordar que tu deseo es que colaboremos juntos para de esta manera poder hacer cosas imposibles. Te agradezco por hacer que aun las situaciones más difíciles de  mi vida obraran para bien.

Escrituras: Pr. 3:5-6; Jn. 15:5; Éx. 14:14; Sal. 44:3; Ro. 8:8, Gá. 2:20; Is. 40:3; Lm. 3:22-26