Siete Lecciones Que Podemos Aprender De Los Israelitas Y Su Viaje Por El DesiertoMuestra

Confianza

La confianza la constituye una relación que fluye en ambas direcciones. Dios escogió confiarles Su propia persona a los israelitas, y ahora les tocaba a ellos escogerlo a Él. Nos toca a nosotros escoger si confiamos o no en cada momento y en cada relación. Escogemos confiar, no porque sabemos que esa persona nunca nos va a decepcionar, sino porque abrimos mayores posibilidades dentro de una relación cuando decidimos asociarnos a ella basados en la confianza. Escoger confiar es la actitud más vulnerable que puedas tomar. Dios escogió confiar en los israelitas aun cuando ellos tenían la libertad de no escogerlo a Él. Estuvo dispuesto a arriesgarse con ellos a causa de la posibilidad de la relación que ellos podían tener con Él.

Cuando los israelitas llegaron al Monte Sinaí y Moisés ascendió para encontrarse con Dios en la nube de Su presencia que se encontraba sobre la montaña, no le llevó mucho tiempo al pueblo para extraviarse. En Éxodo 32 dice que “Viendo el pueblo que Moisés tardaba en descender del monte, se acercaron entonces a Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido”. Moisés había sido un líder fiel con ellos y vemos que enseguida estuvieron dispuestos a abandonarlo tan pronto como vieron que no estaba acorde a sus planes. Los israelitas no tenían mucha confianza en Dios ni en el líder que les había dado, y esto los fue conllevando al fracaso.

Es algo trascendental cuando escogemos confiar en alguien que no sabemos cómo va a actuar. Entendamos que si solamente escogemos confiar en alguien basándonos en que haga lo que queremos, realmente eso es control, no confianza. Cuando Dios entró en una relación de pacto con Israel, se abrió al riesgo de ser herido y abandonado. Se parece mucho al matrimonio; cuando entramos en un pacto mutuo estamos poniendo nuestra confianza en la otra persona para que nos ame, nos cuide y satisfaga nuestras necesidades; aunque no tenemos control sobre las decisiones que la otra persona pueda tomar y la manera en que pudieran lastimarnos.

Israel tentó a Dios muchas veces. Demasiadas para ser contadas. Aún así, Dios continuó escogiéndolos incluso cuando ellos no lo escogían a Él. ¡Este es el poder de la confianza! Seguimos poniendo nuestra confianza en las personas incluso cuando no actúan de la mejor manera. Tenemos fe en lo que la gente pudiera ser. Confiar es decir realmente: “Te amaré hasta que te conviertas en la persona que estás diseñada a ser, no solo cuando actúes de manera correcta”. Así es como obra el amor de Dios hacia nosotros. Él nos ama y nos escoge antes de que seamos dignos de ser amados. En Su amor, nos convertimos en aquello que fuimos diseñados a ser.

¿Tienes algún área de tu vida donde se te hace difícil confiar? ¿Has sido quizás decepcionado y no sabes cómo volver a confiar? La buena noticia es que siempre puedes escoger confiar de nuevo y dejar que esto te libere.

Oración: Dios, gracias que escogiste confiar en mí antes de que yo fuese digno de tu confianza. Esto me muestra tu amor por mí y que nunca me dejarás de amar no importa lo que haga que te decepcione a ti o a mí. Estoy muy agradecido de que tu amor trasciende mi capacidad de hacer bien las cosas. Tu amor me libera para amar a otros y escoger confiar sin importar lo que pueda suceder. Agradezco mucho que tu amor es lo que me guarda y hace que todas las cosas en mi vida obren para bien.

Escritura: Is. 26:3-4; Sal. 56:3-4; Jer. 17:7-8; Ro. 5:8; Sal. 143:8; Is. 26:3

Un llamado a la acción

Si has disfrutado estos escritos y deseas estar conectado para más información en cuanto a la oración por Israel, haz click en este enlace para unirte a la Israel Virtual House of Prayer (Casa Virtual de Oración por Israel), en donde recibirás acceso a mucho más contenido similar a este.