Agotamiento PastoralMuestra

Día 10: Aprender a confiar

Después de transitar el camino del agotamiento, del perdón, del descanso y del cuidado personal, llegamos a una lección fundamental: volver a confiar. El desgaste muchas veces se origina no solo por exceso de actividad, sino por una carga mal administrada, sostenida por el temor, el control y la necesidad de tener todo resuelto. Pero la confianza en Dios es el sello final de la restauración. Es lo que permite caminar con paz en medio de la incertidumbre.

Proverbios 3:5 nos invita a confiar en el Señor con todo el corazón y no apoyarnos en nuestro propio entendimiento. ¿Por qué? Porque cuando intentamos entenderlo todo, resolverlo todo, controlarlo todo, el alma se agota. Confiar no es pasividad, es descanso activo en la soberanía de Dios. Es saber que Él está al mando, incluso cuando no lo vemos claro.

Jesús nos enseñó a mirar las aves del cielo y los lirios del campo, no como una lección de biología, sino como una invitación a confiar. Si el Padre cuida de lo pequeño, ¿cómo no cuidará de ti? La confianza nos libera del peso del futuro y nos ancla en la fidelidad de Dios.

Muchos pastores están exhaustos no solo por el trabajo, sino por la ansiedad que les produce no poder controlar los resultados. Pero Dios no nos llamó a controlar, sino a obedecer. No a resolver todo, sino a seguir confiando mientras caminamos.

Hoy, puedes respirar hondo y soltar. Dios está presente. Él conoce tu carga, tu esfuerzo, tu anhelo. Y si confías, verás cómo su paz, que sobrepasa todo entendimiento, guardará tu corazón y tus pensamientos.

Aplicación práctica: Haz una lista de las cosas que hoy no puedes controlar. Luego, ora y entrégaselas a Dios. Dile: “Confío en ti, Señor. Me rindo a tu voluntad”.

Este plan devocional es parte de la serie de enseñanzas “Agotamiento Pastoral” por Sebastián Palermo disponible en RightNow Media. Consigue más información aquí.