Sumérgete en el río de DiosMuestra

Sumergidos para sanar y bendecir

Por último, el versículo 12 dice: «En las dos orillas del río crecerán toda clase de árboles frutales. Sus hojas no caen nunca, ni dejarán de dar fruto jamás. Cada mes tendrá fruto, porque estará regado con las aguas que salen del templo. Los frutos servirán de alimento y las hojas de medicina».

Medicina, árboles cargados de frutos, cosecha cada mes, todo lo que haces prosperará. David escribió, que seremos como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto a su tiempo y todo lo que hace prospera. El hijo maduro de Dios, es el que ha decidido crecer, el que ha decidido quedarse en el río. Si estás con el agua a los tobillos, avanza hasta que llegue a las rodillas; empieza a experimentar la oración, ponte activo en el lugar donde Dios te plantó; ve con los líderes y diles: ¡yo quiero, yo tengo una cintura que se mueve bien y quiero trabajar!

¡Actívate!, sumérgete por completo, métete hasta dentro; donde ya no puedes pisar, y simplemente dependes totalmente de Dios; para que así empieces a ver fruto en tu vida, comienza a hablar de Dios a aquellos que están a tu alrededor, hay gente necesitada de Dios a tu alrededor, y tú tienes la medicina. Recuerda que estás en un agua dulce, que transforma el agua salada, y vas a ver, cómo lo que haces prospera. Cuidado porque al lado hay pantanos, no te salgas del río, porque al final de todo; lo que Dios quiere es que vivamos.

Eres una persona que nunca tira sus hojas, que tendrás fruto cada mes, eres un árbol diferente, porque has sido regado con el agua del templo, con el agua de Dios; y esos frutos servirán de alimento y esas hojas de medicina. Tus labios sanarán gente por lo que les dices, eres portador de la gloria de Dios, eres gente de bendición, que puede bendecir; imagínate el poder que Dios te dio. 

Sumergido totalmente, podrás vivir como dijo David, junto a corrientes de agua, y es el agua de Dios; darás fruto, todo lo que hagas prosperará.

Las preguntas serían: ¿en qué nivel estás de lo descrito en este devocional?, y cuando identifiques en dónde estás, ¿a dónde quieres llegar?; ¡nadie te va a limitar más! Nadie te limita más, que tú mismo. Así que te animo a que te vayas hasta en medio del río, que llegues a sumergirte completamente, para que el río de Dios te guíe con su corriente. 

Para profundizar en este tema, te invitamos a ver el sermón sobre el cual se basó este devocional, en Vimeo https://vimeo.com/256631660 o en YouTube https://www.youtube.com/watch?v=Ekyp20Ngkvw&t=101s