Sumérgete en el río de DiosMuestra
Sumergidos totalmente
En el versículo 5 de Ezequiel 47, dice: «Medí otros quinientos metros y la corriente era ya un río que no podía atravesar; se había convertido en un río tan hondo que solo se podía cruzar a nado». Vemos que el agua aquí, ya no es a los tobillos, ya no es a las rodillas, ya no es a la cintura; ahora se trata de cruzar el río nadando. El tema es que cuando el río está muy hondo, la corriente tiende a arrastrarte, es decir; te va a llevar. Estamos hablando de «el río de Dios», en ese preciso lugar y momento, cuando la corriente es tan grande, decides dejarte llevar, decides meterte por completo en el río de Dios.
A esto es lo que se refería Pablo cuando dijo: «ya no vivo yo, más Cristo vive en mí», es cuando dices quiero que sea menos de mí y sea más de Dios, es cuando en realidad ya no tienes muchas decisiones, sino que estás consultando diariamente a Dios, y dices: ¿Señor es tu voluntad?, ¿quieres que yo lo haga? Es cuando en realidad dependes cien por ciento de lo de arriba, y no tanto en lo de abajo; es cuando empiezas a ejercer la fe a pesar de lo que dice la cartera o la chequera. ¿Sabías que eres un ganador y una persona destinada por Dios para riquezas espirituales? En este nivel no importa lo que está sucediendo, porque sabes que eres destinado.
Al final de la película, ¿sabes quién gana? ¡Ganas tú! Me encantan las películas, y en algunas como que nos ponemos nerviosos, hasta nos da miedo; ¡ay que va a pasar!, pues ya sabes, ¡que el bueno va a ganar!; siempre gana el bueno. Lo bonito de esto, de cuando vas en la corriente y eres el bueno, ¡adivina quién va a ganar¡, ¡tú por Cristo!; no porque eres muy fuerte, no porque tienes grandes cualidades, no porque eres un superhéroe; ¿sabes por qué?, ¡porque caminando, nadando, o dejando que esa corriente de gracia te lleve; te va a llevar de gloria en gloria, de victoria en victoria!, y al final de la película, vas a ganar en ese momento, en ese río, ya todas las áreas de nuestra vida dependen única y totalmente de Dios.
Si Él nos dirige a donde vamos, es una entrega total a Dios, sumisión completa a Él; y aunque hay veces que no es fácil, vamos a ir entendiendo qué sucede cuando queremos salirnos, o qué sucede cuando decidimos ya no ser llevados por esa corriente. Vivir completamente en Él, esa debería de ser tu meta.
Escrituras
Acerca de este Plan
Un devocional emocionante y cautivante, en el que el autor, hace un análisis profundo del libro de Ezequiel, acerca de estar sumergido en el río de Dios. Nos lleva a ver la importancia de avanzar adentro de dicho río, para que el agua nos cubra cada vez más, hasta llegar al punto de dejarnos llevar por su corriente; y ya allí, ver cómo la fidelidad de Dios nos cubre en todos los aspectos; tanto espirituales, como materiales.
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Nos gustaría agradecer a Por Víctor Cárdenas, basado en el libro «Tatuajes de por vida», en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: http://www.elcentronetwork.com