HAY PANES Y PECES, ¿VAMOS?

Recomiendo leer primeramente los versículos de referencia

Mientras el pueblo de Israel estaba en el desierto, Dios en todo momento estuvo con él. Ellos vieron Su mano actuando a su favor, pero ¿Sabes qué paso? Seguían a Dios por los beneficios y cuando había algo que no los convencía mucho, buscaban sus propios caminos. Y eso no agradó al Señor, por eso vagaron 40 años en el desierto, y unos pocos de ellos lograron entrar en la tierra prometida.
El Apóstol Pablo nos advierte que eso debe ser un contraejemplo para nosotros. Muchos siguieron a Jesús por los panes y peces, pero no estuvieron dispuestos a tomar su cruz para transformarse en verdaderos discípulos. ¡Honestamente, a nosotros nos agrada muchas veces, el Cristo Salvador, pero no nos gusta el Jesucristo Señor! Queremos seguir nuestro camino.

Tengamos cuidado cómo estamos viviendo, no todo nos conviene verdaderamente, no todo nos edifica. "Si ustedes piensan que están firmes, tengan cuidado de no caer" (1 Corintios 10:12).
Andar distraídos con las cosas que el mundo nos ofrece, vivir para los placeres de la carne, son las maneras de caer en la tentación, amigo mío, no dejes vencer el mal en tu propio ser, porque en su esclavo te convertirás. Es momento de ocuparnos de los demás, Dios se encargará de todas nuestras necesidades, Él ya las conoce. Dejemos a un lado el egoísmo, la indiferencia y el orgullo, y vivamos para Dios, lo que realmente es ganancia para el Reino y para nosotros mismos. Jesús dejó Su trono, se rebajó a ser un hombre, se humilló hasta la muerte de cruz y todo por amor puro. Ninguno de nosotros tuvo que pagarle por habernos salvado, Él pagó por nosotros.

Aplicación: ¿Nuestro amor por Dios y por los demás es interesado? ¿O de corazón servimos sin esperar nada a cambio? ¿Qué debo hacer al respecto?

Consejo: Recuerda que este es TU tiempo con Dios, pídele al Espíritu Santo revelación de la Palabra. No pienses primero en otra persona, ni hagas una reflexión generalizada, piensa en tu vida, en lo que Dios quiere contigo para luego, ayudar a otros.

Oración: Señor, en esta hora me doy cuenta de que hay áreas de mi vida en las que Cristo no es Señor. Hoy te pido perdón de todo corazón, y te ruego que ilumines con tu luz cada rincón de mi ser, y que tu reino venga a mi vida y a mi familia, toma el gobierno. Sigue orando con tus propias palabras.