MOMENTOS DECISIVOS

Recomiendo leer primeramente los versículos de referencia

Dios estaba renovando Su pacto con el pueblo, porque ya había cumplido Su promesa de entregarles la Tierra Prometida, haciendo milagros entre ellos, ganando batallas, aterrorizando a sus enemigos. Ya cada tribu tenía su porción de tierra asignada por Dios mediante Moisés y Josué y ahora era momento de que Josué deje su legado y se despida.
El pueblo tenía que decidir a quién obedecer de ahora en adelante, al Señor quien demostró ser fiel, o los dioses locales que no eran más que ídolos hechos a mano.
Nosotros también tenemos que decidir quién dirigirá nuestra vida, lo más fácil es vivir a nuestra manera, pero al final es costoso. Si no recordemos los israelitas que salieron de Egipto, ninguno de ellos, excepto Josué y Caleb (que permanecieron fieles a Dios), entraron en la Tierra Prometida. Josué habló de temor, de servicio, y de no tener ídolos, y eso es lo que Dios espera de Su pueblo. De la enseñanza de Josué podemos ver que hablo lo siguiente:

Temor a Dios: Por confiar en el enemigo fueron derrotados en Hai y del engaño de los gabaonitas.
Servicio: Integridad de corazón, que involucre todas las áreas de nuestra vida, brindar un servicio a Dios, sin secretos, ni dobleces, sin intereses personales, sin esperar nada a cambio, una vida para Dios, no solo un par de horas semanales, no solo en donde nos gusta, donde nos queda cómodo.
Sin ídolos: ¡Dios, en un 100 porciento, el Padre espera que lo más importante de tu vida sea Su presencia, por esta razón mandó a Jesucristo, y luego nos garantizó la salvación mandando a Su espíritu santo! Todo en la vida gira en torno al trono de Dios.
Salmos 51:17 dice: "El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado; tú no rechazarás un corazón arrepentido y quebrantado, oh Dios".

Aplicación: ¿Qué harás con tu vida? ¿A quién servirás?

Consejo: Recuerda que este es TU tiempo con Dios, pídele al Espíritu Santo revelación de la Palabra, no pienses primero en otra persona, ni hagas una reflexión generalizada, piensa en tu vida, en lo que Dios quiere contigo para luego, ayudar a otros.

Oración: Mi querido Señor, te doy muchas gracias por todo lo que soy y lo que tengo. Hoy quiero decirte que mi casa y yo te serviremos hasta el fin, tomo un compromiso Contigo, y aunque en el camino te falle, siempre me presentaré con un corazón arrepentido y quebrantado, en búsqueda de Tu perdón y de Tu dirección. Sigue orando con tus propias palabras.